Tal vez sea, sospecho, que se callen una a una las luces de mi casa, sea un bronco sonar que llega y pasa, que en donde todo estuvo, nada hallen tal vez sea que apaguen de repente los geranios del patio y el ciprés, sea un muro sin antes ni después, ese instante frontera que no miente como fuere, lo aguardo con lo puesto sin buscarlo, sin miedos y sin prisa, sin rebelde temor ni voluntad y en la espera que acuda con su gesto a mis labios la cómplice sonrisa del que llega conforme a la verdad.
"Veintiún versos dicen que es soneto...". Dominas divinamente la técnica de los "sonetos deconstruidos". Y este, deconstruido o no, es formidable: en lo poético y en la actitud vital.
Fondo y forma, "emoción y poema", innovación y belleza. Lo hiciste con la décima, ahora con el soneto. Catorce siguen siendo tus verdades, aunque las quiebres para que rezumen y nunca se callarán las luces ni se apagarán geranios ni ciprés porque tu espera es, en efecto, sonrisa, esperanza...y amor. Mi abrazo.
Efectivamente, más que deconstruidos, son sonetos al quiebre. La pequeña alteración de la forma no debe afectar negativamente al fondo sino al contrario. Una pequeña licencia, que a mis años se me puede perdonar, Miguel Ángel. Blas les alteraba los acentos. Un abrazo amigo.
4 comentarios:
"Veintiún versos dicen que es soneto...". Dominas divinamente la técnica de los "sonetos deconstruidos". Y este, deconstruido o no, es formidable: en lo poético y en la actitud vital.
Fonollosa llamaba ataúdes a las estrofas dispuestas clásicamente en el soneto. Tal eso me animó a la distorsión.
Fondo y forma, "emoción y poema", innovación y belleza. Lo hiciste con la décima, ahora con el soneto. Catorce siguen siendo tus verdades, aunque las quiebres para que rezumen y nunca se callarán las luces ni se apagarán geranios ni ciprés porque tu espera es, en efecto, sonrisa, esperanza...y amor.
Mi abrazo.
Efectivamente, más que deconstruidos, son sonetos al quiebre. La pequeña alteración de la forma no debe afectar negativamente al fondo sino al contrario. Una pequeña licencia, que a mis años se me puede perdonar, Miguel Ángel. Blas les alteraba los acentos. Un abrazo amigo.
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