lunes, 31 de mayo de 2021

Un poema: Arroyo de la Peralosa



Porque la vida puede
ser un cauce que obligue,
aunque a veces acuda 
disfrazada en torrente,
en delgado rumor,
ese extraño rumor que se deslía,
no persigas los centros
del deseo, del mundo,
con las palabras busca
–no sé con qué esperanza–
lo que el agua consigue:
vivir el borde
de cada piedra
 
por conocer así
más ciertos los caminos de la huida.


5 comentarios:

mariaalcocergonzalez363@gmail.com dijo...

Maravilloso

Pedro Torres dijo...

Salvando todas las distancias (podríamos hablar de ellas), estos poemas tuyos me recuerdan a Fonollosa: una geografía física convertida en paisaje moral por la biografía, la historia y la actitud del poeta. Me imagino un libro cuyo título podría tener ilustres precedentes, pero cuyo contenido sería original e inconfundible.

fcaro dijo...

Ay, Fonollosa y sus lugares. En estas provocaciones ando, amigo Pedro. El sosiego escribidor, tan proclive a la remembranza de la belleza, me lleva a ciertos lugares visitados, vividos. Si los textos se conciertan para libro (o Cuaderno), será el último. Ya está bien.

miguel ángel dijo...

Sublimando hasta lo esencial...O sea, Poesía. Bello.

fcaro dijo...

Buscando lo esencial, pero pocas veces lo encontramos. Mil gracias, amigo.