sábado, 13 de noviembre de 2021

Un poema: Porque es densa la vida y es extraña








Para Ana Montojo 


No me interrogues más, vida, pasado,

cuando busques adentro, con la sangre,

la razón porque abrazo la costumbre

de vivir como excusa, de escribir como excusa:

nunca hallaste respuesta.

 

Cuando se ve asediado

mi corazón se eclipsa, busca el rapto,

se confunde en los bosques, en lo denso,

hasta hallar en Pessoa o en lo oscuro

de la emoción refugio, celda.

 

Escucha entonces, habla

con la erosión de cuanto me circunda,

con la luz que claudica

al lado de mi piel, en mis alrededores,

la luz versal que con orfebre cuido

señala mi contorno con teselas.

 

Aprende ahí

por la forma del hueco mi extensión,

conoce así qué líneas me limitan,

dónde resisto, qué

claridades, qué brumas o qué anhelos

conforman mis fronteras.

 

Que allí, en la visión del trazo,

en el débil perfil que los versos declaran,

tal vez conozcas

que es sólo el titubeo, lo indeciso

de no poder saberme ni ignorarme

lo que acude a mi voz

 

y la pereza.


                                                     (Ilustración: Pedro Castrortega)

 


2 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

- Que allí, en la visión del trazo - he dicho!! Maravilla de versos!!

miguel ángel dijo...

Enorme, enorme...