domingo, 22 de febrero de 2015

36 euros de humildad poética

Martes 17

Antonio a la guitarra. (Foto Lastura)
   Él se llama Antonio Pastor Gaitero comenzó a tocar la guitarra y a cantar cuando todos. O sea, cuando la Transición. Ahora denostada por la pose de algunos. Cantautor sin desmesura, sin fama desmesurada. Letra y música. Nunca lo ha dejado. Algunas veces la fortuna se cruzó en su camino, otras lo ignoró. Nada nuevo bajo el sol. Hace dos años, con la joven editorial Lastura editó un libro de sonetos dignísimo, que ha agotado dos ediciones. Antonio conduce, tras la marcha a Ecuador de Teo Rubio, la tertulia poética del Café de Oriente, lo que ha reforzado su anhelo de vivir poeta. El martes 17 presentó en la Casa de Castilla-La Mancha su segundo poemario, también Lastura Tan sólo por la luz la sombra existe que fue presentado con palabras cordiales y sabias por Alfredo Piquer. Leyó después algunos poemas, en general provocados por situaciones emotivamente cercanas, antes de interpretar otros con delicada sensibilidad. Se agradece escuchar a estos autores que como Antonio levantan su obra desde la sinceridad humilde, desde la autenticidad serena sin otra pretensión que hacer de la poesía un confidente de la conciencia. 10 euros.   

Miércoles 18

Miguel Losada (Foto Maxi Rey)
   Un gran acto social. Una puesta en escena de la poetería andante madrileña, Maxi Rey, el ojo que no olvida, dijo que era la más alta concentración de poetas en (no de) salón que había visto desde enero del año pasado. Un lugar escogido: la Casa Club de la calle Pinar. Y organizado por Rafa Contreras. Se presentaba Todas las estrellas solitarias, poesía reunida, con gotas inéditas, de Miguel Losada que ha editado Vitruvio. Hasta el editor, Pablo Méndez, intentó la corbata. Miguel es poeta relacionadísimo por ser el responsable de la tertulia Los Viernes de la Cacharrería, en el Ateneo, lugar en donde se fomenta, cultiva y refuerza la amistad. Lució pajarita para la ocasión, Y lució a Javier Lostalé y a LA de Cuenca, cercándole, en la mesa. El primero, Javier, resumió su visión del libro en un vocabulario preciso y trabajado, el segundo, Luis Albeerto, felicitó al autor y subrayó algunos fragmentos. Luego, Fermín Higuero, autor del prólogo-40-páginas leyó y leyó demasiadas de ellas. No se deben leer los prólogos en una presentación, hubiera sentenciado mi jefe. A pesar de ello se vendieron libros, muchos. Miguel apareció humilde y feliz, tranquilo con su poesía, Un poeta comme il faut. Hubo después vinos, muchos. Y cava y canciones, porque Miguel cumplía años. A final, en un grupo numeroso que capitaneaba verbalmente Ángel R. Abad y en donde escuchaba JC Mestre, se especulaba sobre el nombre del próximo poeta Ministro de Cultura de la próxima república tercera. 15 euros.

Viernes 20

María Solís, Rebeca del Casal y Oscar Curieses
(Foto Romero Galán)
   Ella es nueva tigresa. Ella se llama Rebeca del Casal (Rebeca Álvarez Casal del Rey, en el siglo y en su primer poemario Suponiendo la cicatriz como posibilidad de la herida). Ha reducido su nombre y el título de sus libros. Este segundo, que presentó en la Casa del Lector, se nombra con el escueto Permanecer. Igual sucede con la extensión de los contenidos, reducido aquí a 23 poemas. Búsqueda del minimalismo se llama eso. Y no sé si también humildad, pero es posible. Rebeca fue ya un fogonazo con su primer libro. Madrid es ciudad pródiga en estos fenómenos poéticos femeninos. Promesas que concitan esperanza con sus aldabonazos. La presentó María Solís Munuera, otra supernova brillante y prolija. Tanto que debió aligerar sobre la marcha el texto escrito. Luego habló Oscar Curieses resaltando las líneas generales del libro: reinvención del universo de la autora, cambio de tono, no exhibicionismo, el dolor como desafío y superación…  Esto de los dos presentadores se está poniendo de moda, y pesadísimo. (Nota incisa: como el libro es breve, breve, se incluye a su final una entrevista de Rebeca con Oscar Curieses que explica el libro, su disposición, el cambio de nombre, la oportunidad de las citas. Y otros detalles, como la finura -en la solapa- de situar la obra de Rebeca entre la de Sharon Olds y la de Wislawa Szymborska). El acto siguió con la lectura de los poemas por una risueña y comunicadora Rebeca del Casal. Siempre en poeta. Y finalizó en coloquio. Según se cuenta en las páginas de agradecimientos el libro fue leído y aconsejado, antes de su publicación, por trece poetas distintos, lo cual sí que me parece un rasgo de humildad muy destacable. Abrió el acto Mara Troublant, editora de Tigres de papel. El profesor poeta Morales Barba fue testigo. 11 euros.   


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