domingo, 9 de octubre de 2011

Una y una no son dos

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Viernes 7 de octubre.

La portada es una roca, un rostro agorilado, una fotografía de S. Solano. El libro es Maratón de escritores. Se presentó en el Ateneo de Madrid a la hora de la cena del citado viernes. Es la primera iniciativa editorial de la red social Netwriters. Habrá más, parece. Más de 250 escritores ha colaborado con sus textos – poema, prosa, o – en un volumen editado con prisa y con buenísima voluntad. Emilio Porta y Enrique Gracia son los corazones de esta aventura. Hablaron ambos. Más Emilio, que dirigió la sesión y habló de la digidad del escritor frente al poder. Enrique fue el encargado de presentar la red Netwriters, su gestión y su futuro. Habló Gonzalo Santonja, venido para la ocasión, que se declaró buen enemigo del proyecto, es decir dispuesto a succionar, para su provecho, cuanto de bueno contuviere. La sesión se alargaba. Emilio buscó testimonios espontáneos entre los usuarios de Netwriters allí presentes. Luego… luego. Luego fueron llamados algunos de los presentes a leer: Leo Zelada, David Coll, Nieves Álvarez, Paquita Dipego… que recuerde. Perdí un poco el orden, la atención, pensando en otras necesidades. Se repartieron libros, se vendieron, recogí encargos. Estuve con RSoler, con JVázquez, con RMontesinos, con JCereijo, con JAlejandre. CCasala y López Azorín se fueron antes del comienzo. Después la charla en cualquier lugar del infierno de la calle León. Con Nieves también, con Arantxa Oteo, con Paquita. Aarón García Peña, bíblicamente, públicamente mudo. Por cierto, abrió el acto Miguel Pastrana en nombre del Ateneo, dijo que para él, que ahora no escribe, era un honor. Seguro.

Antes,
a media tarde, la sorpresa, la alegría de algo inesperado. La sencillez inteligente y emocionada de un tapado, de Ángel Méndez. ¡Qué delicia de lectura! Si yo supiera. Cuando se escribe porque sí, para contarse uno a sí mismo tal y como se ve desde fuera, sin otra pretensión que la de no engañarse ni engañar a su idioma, surgen libros como Acabo en el latido. Un poeta con 79 años, y respira. Y además hace que respiremos. En la primera planta del café Comercial, José Luis “Capi” estuvo inatacable (con lo que nos gusta) en su presentación. Acordamos que el secreto está en no complicar lo sencillo, en no estorbar el viaje de la verdad. Creo que algo de esto le dije a Lucía en el taxi cuando íbamos hacia lo otro, lo de Netwriters. O tal vez sólo lo pensé.


Mi límite

Acabo en el latido.

Lo demás es invento que no llega ni a vida.
Invento las palabras, los hechos y los días.
Supervivencia estricta: hay que guardar
las formas y vivir de algún modo,
con dignidad fingida.

Estoy en algún sitio, sin límites precisos.

No me pregunto nada.
Soy una oscura sombra que parece verdad
y que no es ni mentira.

¿Qué es lo que hago?, dices.
¿No lo ves? Lo de siempre. Respiro.

Ángel Méndez

viernes, 7 de octubre de 2011

Lêdo Ivo en la Residencia

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Lêdo Ivo en la Residencia de Estudiantes
(Fotografía de MC Barri)
Dicen que dice que la creación no es para él un suplicio, que no hay angustia en el hecho de crear, sino placer alegre. Que publicó su pimer libro en 1944, cuando ciertos jóvenes actuales aún no habían nacido. Dicen que sigue. Yo creo que es buen poeta, sobre todo buen poeta de la gente, mucho mejor que buen poeta de las cosas. No conocí su persona hasta el pasado miércoles, 5 de octubre, en la Residencia de Estudiantes. Leyó. Leyó 22 poemas de contino. Salvo las pequeñas pausas de tres interrupciones por aplausos (tras “Os pobres na estacâo ferroviaria”, “Minha pátria” y “A verdade sobre Homero”).

En la Residencia ha impartido un pequeño taller y se ha visto con sus traductores al español. Con JC Mestre, con G Grande, con Martín Vega.

Fuerte, claro, con el vigor de quien desea continuar diciendo, Lêdo Ivo, 87 años, en Madrid. Parece que el sastre de las mariposas debe esperar, querido Juan Carlos. O tal vez es que actúa cada mañana.


Las necesidades

Una puerta cerrada no es suficiente para que un hombre
esconda su amor. También necesita una puerta abierta
para poder partir y perderse entre la multitud cuando el amor estalle
como un barril de pólvora en el arsenal alcanzado por el rayo.

No basta un techo para que un hombre se proteja
del calor y la tempestad. Para huir del relámpago,
cuando la lluvia cae en el silencio del mundo
abierto como una fruta entre dos estruendos,
él necesita un cuerpo tendido sobre la cama,
un cuerpo al alcance de la mano
todavía temerosa de avanzar en la oscuridad.

En la noche que declina, en el día que nace,
el hombre necesita de todo: del amor y del rayo.

(Traducción de G. Grande y J.C. Mestre)

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martes, 4 de octubre de 2011

Julio Santiago cerró septiembre

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Julio Santiago no recuerda, vive. Y vive para comunicar, para contar a todos casi todo. Es poeta que transpira. En cierta ocasión me dijo que desconoce la poesía que no desnuda lo vivido. ¿De qué sirve? me decía ¿y a quién? Julio escribe el poema soñando con la provocación que supone para la mente de quien oye o lee. Busca la antítesis, las paradojas, lo inverosímil dispuesto para ser creído, la sorpresa ante el doble sentido. Hace poemas verticales, cada palabra un verso, cada mirada un mundo, pareciera que le horroriza lo horizontal. No hay tal, tras él galopa una leyenda de amores y de amantes que alimenta con pregones. No se oculta ante la doble sexualidad, épater les bourgeois. Le anima cantar el goce, la espera del goce, su plenitud, la belleza del recuerdo del goce, de la hierba y su esplendor, la virtud de leer con las manos ocupadas, cóncavo, convexo, da lo mismo qué cuerpo y qué lugares. Propios, ajenos. Julio Santiago no calla. Tiene mucho que contar. Que pintar. Este es su segundo libro en 2011. Se titula ULO AGO y lo ha editado Cuadernos del Laberinto. Hay otros dos preparados, todos poemas delgados, penetrantes, penetrados. A veces azules.

Julio Santiago cerró septiembre en el Ateneo de Madrid, al lado de sus hermanas Belén e Inesmari, madre en platea, viviendo de nuevo en la calle Blanca de su Miajadas natal. Entre dibujos, lagartijas, dulces y vecinas. Primos y primas, monjitas educadoras. Presentó a Ulo Ago, apócope infantil de su nombre, la miajadeña Beatriz Correyero, que leyó textos muy pulidos. Silvia  Gallego habló del Ulo joven, sus hermanas del Ago infantil. Ambos prometían. Hubo sonrisas. Julio Santiago leyó poemas, leyó su verdad de olivo. Saludé a Oscar MC, inesperado. Vi a JV, a JL, paisaje inevitable.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Una visión insospechada

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Debió ser a finales del pasado junio, cuando lo cereal había ofrecido ya su fruto. En un lugar indeterminado entre Valdepeñas y Daimiel, una pareja realizaba actividades sospechosas. Los foribundos restos amarillos rodeaban unos cuerpos dramáticamente visibles en la distancia. Paré el vehículo. No pude acallar la intención de la fotografía. Rodaba él, ella cantaba Les feuilles mortes. Una escena insospechada bajo el plomo de la luz manchega. No quise preguntar sus nombres prevenidos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Dos nuevas reseñas sobre PAISAJE


 
Durante el pasado verano han aparecido dos nuevas reseñas sobre PAISAJE (EN TERCERA PERSONA). Firmadas por Eugenio Arce y Antonio Daganzo, se han incorporado a este blog en la sección SEMBLAZA Y CRÍTICAS. La primera apareció en el diario Lanza de Ciudad Real y la segunda en la revista de poesía Nayagua que edita el Centro de Poesía José Hierro de Getafe.

Este blogero agradece a Eugenio y a Antonio su interés por la lectura de PAISAJE y su disposición para publicar sus impresiones. Gracias, públicas también, a ambos.

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martes, 20 de septiembre de 2011

Sobre dones

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Todos los saben, es un don, no se halla entre las cosas. La alegría viene del cielo. La capacidad de trasmitirla puede que también. Incluso en las oportunidades más cotidianas. Ayer, 19 de septiembre, comencé la temporada poética madrileña, ya sé que con algo de retraso. No me pesa. Tiempo habrá de resarcir carencias, si es que las ha habido.

20 horas. Saludé con gusto a Enrique Barrero, sevillano y poeta. Había recién llegado al Hogar de Ávila –recuerden, los terceros lunes de mes- para leer en la tertulia que dirige José Félix Olaya, llegó amparado por los Murciano: Carlos padre y mi buen amigo Jorge de Arco, que lo presentó. Nos saludamos con afecto, es reciente ganador del Ateneo Jovellanos con Instante de la luz y eso une. Leyó recio, serio, una poesía que surge natural y reflexiva, suelo y cielo. Es poeta de voluntad que sabe de las piedras del oficio. Conocía sus sonetos, su relación con mi paisano Mena Cantero, de quien noté resonancias en sus versos, el pálpito de lo humano como necesidad. Hubo coloquio. Felicitaciones. Apenas pude quedarme a la posterior charla. La ubicuidad es un don escaso. No se halla conmigo.


21.10 horas y Ateneo. Una cierta tristeza. Una luz en cansancio por la sala. Juan Pastor Devenir ha publicado La gravedad y la manzana. Poesía de Beatriz Villacañas con la elipsis de Newton. Le gusta a Beatriz lo antagónico. Finalizaba su intervención Juan Vanhalen. Como había dos presentadores, gentileza de Beatriz para los tardíos, llegué al segundo: José María Balcells, reputado crítico asentado en León, de donde vino ex profeso (de Arganda vino como testigo ADaganzo, de Getafe MCortijo) habiéndose dejado los papeles sobre la mesa del despacho, según orteguiana confesión. Lástima. Escribe mejor que improvisa. Hubo mucho afecto en sus palabras, tanto para Beatriz como para su padre Juan Antonio Villacañas. El toledano maestro de la lira fue ponderadísimo a lo largo de la velada. La parsimonia no es un don, se halla entre las cosas, como la falta de ritmo, la tardanza. Por fin leyó la autora: piadosa, moralista, explicativa, pesimista con buen humor. Glosó a su padre ¡qué menos! leyendo uno de sus sonetos, que fue aplaudidísimo. Extenuado, busqué el libro. Juan Pastor Devenir es un editor áulico. No había ejemplares. Saludé a Mike. No estuvo RSoler, sí JVázquez. Miguel Losada evitó el coloquio, no la cerveza.

 
Luz de hielo
 
Si entre todas las luces yo pudiera
elegir una luz os pediría
la eterna luz del agua cuando hace
del cristal de su lágrima callada
materia concentrada en el origen.
Dadme la luz azul que forja el hielo,
trepadores carámbanos, espacios
de extrema soledad donde sacuda
el pensamiento el centro de mis horas.
En las densas regiones del olvido,
bajo la luz del sol con su gran ojo
que espiara la sed de los silencios,
dadme la gracia helada de los frisos
del iceberg que es alfa y es omega.
 
                                                         E. Barrero
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Corporal y mío
 
Asílame en tus manos, ángel fiero,
dame cobijo y paz bajo tu espada,
ven desnudo a encontrarte en mi mirada,
al borde del amor, como yo quiero.
 
Ven tierno, ven potente, todo entero,
redímeme en tu boca apresurada,
tu brazo en lo carnal frente a la nada,
eres la epifanía que yo espero.
 
Coróname de besos, ven bravío
a encender la penumbra de la tarde,
revélame en tu piel al dios profundo.
 
Que tu lúcido fuego se haga mío,
envuélveme en tu aliento mientras arde
la llama original que crea el mundo.
 
                                           B. Villacañas.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Mi amigo Pedro Castrortega

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Mi amigo Pedro Castrortega, de quien ya hemos hablado en este blog, inaugura el próximo día 13, martes, en la Galería Esquina de la calle Almadén 19, junto a Caixa Forum, un muestra de su última obra. La convocatoria es a las 20 horas. El dibujo personalísimo, sugerente y onírico, afilado del castrortega tiene aquí su muestra más limpia.


Me dice que sobre papel y con un simple lápiz de grafito, pretendo atrapar universos que encubren pulsaciones, llegar a lo máximo con los mínimos recursos, porque creo que sobrevaloramos la abundancia y prestamos poca atención a lo sencillo, y es en lo elemental, en muchas ocasiones, donde reside lo verdaderamente intenso, y porque el viaje mas maravilloso que yo hago es el que va de mi cabeza a mi mano. Mi geografía es el hombre, sus fantasmas, sus obsesiones -pero tambien su ternura y sus emociones, todo a la vez, la intuición, que sólo entiende de vísceras, de caminos hechos con el impulso o con la fe-  porque es imposible construirse en sólo una dirección, y es por esto que podemos reinventarnos, caer, y volver a soñar, pero sobre todo ser participes de la experiencia inequívoca de la vida. Todo es lo que parece o tal vez no, porque las realidades que pretendo están mas allá de la naturaleza, comulgan con la metafísica.

Pedro es también poeta. ha editado varias carpetas en las que combina creación plástica y poemas. Un gran artista.  Merece la pena pasarse por la calle Almadén 19.


martes, 6 de septiembre de 2011

Otra vez Valdepeñas

Luis Garcia Montero en la lectura
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Otra vez Valdepeñas. Septiembre tres y 13 horas. Comienza el curso poético en el mismo marco que terminó el anterior para este blogero. Luis García Montero como poeta invitado en el empotro de la Bodega A-7. Un Luis atento y amable, aunque algo desubicado. Un Luis demasiado paseado, con alegría triste. Aquella clásica del olivo. Mucho público, que no pudo cambiar su gesto. Cordial siempre, cercano y cariñoso, tras la presentación de Román Orozco y su párrafo de agradecimientos, leyó los poemas incluidos en la carpeta, esa que para la ocasión se edita bajo la atención de Matías Barchino. En las pequeñas charlas entre poemas, creí notar una cierta desazón. Leyó bien textos suyos clásicos y algunos de su última entrega “Un invierno propio”. Tal vez sea eso, el invierno, la vista cansada.

Estuvo por allí Juan Vila, ilustrador de la carpeta y amigo de Luis. No estuvo Chus Visor. Bajaron de Madrid López Azorín, Vicente Martín, Rafa Morales. Y José Luis Morales, cada vez más maestro de ceremonias. También acudieron mis amigos y manchegos Eugenio Arce, Elisabeth Vozmediano, Manuel Juliá, María José Maeso, Teresa Sánchez, Davina Pazos, Marí Carmen Matute. Noté el faltar de otros. Hubo vino fresco, charla. Durante la comida alguien habló de Valente y de Hierro. De pequeños cuchillos y anécdotas. Todo en orden, como siempre.


Román Orozco, casi tapado, JL Morales, Luis y Matías Barchino