viernes, 30 de septiembre de 2011

Una visión insospechada

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Debió ser a finales del pasado junio, cuando lo cereal había ofrecido ya su fruto. En un lugar indeterminado entre Valdepeñas y Daimiel, una pareja realizaba actividades sospechosas. Los foribundos restos amarillos rodeaban unos cuerpos dramáticamente visibles en la distancia. Paré el vehículo. No pude acallar la intención de la fotografía. Rodaba él, ella cantaba Les feuilles mortes. Una escena insospechada bajo el plomo de la luz manchega. No quise preguntar sus nombres prevenidos.

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