Aquí,
donde el agua dorada
aquí,
disputándole el sitio a los
hondos veneros
bajo hierbas sin nombre,
hojas secas y sombras,
donde tanto jugué
y en donde tantos juegan
todavía
donde perdieron
los olmos negrecidos su
batalla,
aquí, entre los nuevos,
los inocentes álamos
blancos que ya no los
recuerdan
aquí el hoyo
aquí la rota
arcilla que contiene
los instantes de luz, lo
malvivido,
las renuncias, la plata
la hucha del vivir y sus
pedazos.
6 comentarios:
Hermoso poema. Hermosísimo final.
Tal vez "la hucha" se no ha roto ya, es un final inevitable y cierto. Pero seguimos soñando.
Amigo Miguel Ángel, lo importante es que la hucha esté llena en momento del martillazo final que rompe la arcilla y nos desnuda. Que no se haya vivido en vano para nosotros mismos y para lo que siguen.
Cómo siento perderme la fiesta del día 21 en la Casa de Aragón, acompañado por tantos amigos y por tantas coplas cantadas. Tendrás siempre mi abrazo.
Estarás como estas siempre, querido Paco. Un abrazo de vuelta.
(Hay un pequeño error en mi comentario, es "se nos ha roto ya". Pero veo que lo has entendido.
Es un poema hermoso. Incluso estremecedor. Una imagen potente " La hucha de vivir y sus pedazos...Un abrazo Francisco. Isabel Montero
Gracias, Isabel, es un poema de comunión con un lugar y un paisaje. Lo vivido, lo guardado, lo que se romperá.
Cuanta nostalgia del dolor encierra lo que leo
Vive solo el hoy es la única manera de curarse
Me encanto de todas manera tu blog y lo que leo
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