miércoles, 1 de febrero de 2017

Solapa


Alguien nos dijo que
la poesía habla
de identidades

de la confusa niebla
que envuelve lo real
o del destino

tal vez por ello
el poeta es un hambre
de acciones y palabras
disyuntivas,
que ante las cosas
se siente extraño

y en las tardes se escribe
con la esquiva tristeza
de los dodecaedros.

2 comentarios:

Alfredo J Ramos dijo...

Ya el otro día, tras la solapa, pudimos verle buena parte del traje y el cuerpo casi entero al nuevo libro, de urdimbre tan machadiana (me parece y ya te dije) y lleno de lecciones útiles sobre la poesía. Fue una tarde-noche estupenda, Paco. Y el «Locus poetarum» invita a seguir adentrándose en sus estancias. En ello ando.

fcaro dijo...

Posiblemente haya una brisa machadiana, es imposible para los de nuestra generación no tenerla, entramos en la poesía con sus modos, con su dicción. Ojalá lo leas con agrado, ojalá llegues a su final con gusto. Gracias, Alfredo, fue una alegría verte.