Pasado Poemad IV, desmesura que no pudimos cubrir como hubiéramos querido por bajas en la redacción, y de las que nos quedó la sorprendente manera de César Antonio Molina, la ironía cauta de Vicente Molina Foix y la lectura a cuatro de -alguien cercano preguntó, sin lograr respuesta, si son las cuatro patas sobre las que se sustenta la mesa poética española- Antonio Lucas, Carlos Marzal, Benítez Reyes y Pilar Adón, aplaudidos, los actos poéticos entran en la normalidad de octubre.
Martes 21
Ana Garrido |
Jueves 23
Nieves Fernández |
Es tan prolífica la actividad editora de Vitruvio que hay
semanas en la que debe realizar hasta cuatro presentaciones, tal ocurrió en
esta. Esta editorial es un prodigio en el aspecto de abarcar autores. Y autores
de todas las geografías. El jueves 23, en el templo del café Comercial, tuvo
lugar el lanzamiento de Sobre la nieve, de la poeta manchega Nieves
Fernández. Entre el público, una mayoría de poetas de su tierra: Miguel Galanes, Antonia Cortés, Pedro A.
González Moreno y Mª Luisa Mora quisieron estar. También el
profesor Matías Barchino. Juan José Alcolea fue dueño de las
palabras que presentaron el poemario como un paso ambicioso en la obra dilatada
de la autora. Nieves es poeta que ha prestado atención a la literatura
infantil, donde es especialista y que está empeñada en la elaboración de una
completa antología de poetas ciudadrealeños. Ahora con Sobre la nieve ha querido
desparramar su mirada sobre sí, sobre sus experiencias y sobre el mundo que la
circunda. La nieve como símbolo de esperanza a veces, como revulsivo de la
memoria en otras. Y siempre como provocación y como compañía. La nieve como
mirada humilde sobre las cosas, como lugar en donde cobijarse y a quien
preguntar. Nieve amparadora que desvela. Nieve vital que escribe su biografía.
Leyó con alegría transitiva una poesía construida desde la sencillez sonora de
una palabra que guarda su memoria de canción. Sobre la nieve confirma
la ya sabida claridad de lenguaje que acompaña su hacer. Y muestra la ambición por
ampliar su mirada hacia nuevos horizontes. Mantiene una página personal.
Viernes 24
Ha vuelto Odisea Poética a los escenarios de Madrid. El
ciclo que mantiene en Libertad 8 Alfredo Piquer ha vuelto con voluntad de
adelgazamiento en el número de poetas invitados. El viernes 24 lo fueron dos:
Julia Conejo y Santos Domínguez. Y la voz sorprendente en sus matices de la boliviana
Luz Scott.
Julia Conejo durante su lectura |
Abrió el nuevo ciclo la leonesa Julia Conejo, a quien nuestra falta de atención había acumulado con
su hermana, la también poeta Ana Isabel
Conejo. Deshecho el equívoco, para nuestra felicidad, hallamos dos por el
nombre de una, hallamos a una poeta hacedora de su generación. A una voz que,
respetuosa con los mimbres de la musicalidad, renuncia a la impostación de los
versos, a la búsqueda por la búsqueda de las metáforas, al fervor de la imagen por la imagen. Sus poemas discurren por el camino de la misteriosa cotidianeidad, por las sorpresas y las paradojas del vivir diarios, por sus enseñanzas y sus desengaños, reservándose siempre la sorpresa del verso final, del guiño final, que da sentido a una descripción aparentemente plana de cuanto observa en sus alrededores. Poesía clara, frágil, mágica, que busca complicidad. Dijo que tiene tres libros publicados, de los tres leyó. Peces transparentes obtuvo
el premio Alfons el Màgnanim. Mantiene el blog Telas mal cortadas
Santos Domínguez y Pablo Guerrero momentos antes de la lectura |
El cacereño Santos Domínguez es un poeta comprometido con la
lectura, pero también con la escritura. Miles de libros reseñados y 18 libros
escritos lo contemplan. Ahora espera otro: La
vida navegable. Libro de libros, antología –no cronológica- de poemas en
torno al mar. De él leyó. Por lo escuchado, el libro es un hombre solo que
contempla y dice. Un hombre atento frente al abismo horizontal de lo infinito.
Sin desafío, sin rendición. Tal vez con algo de cansancio ante un reto aceptado
por ineludible. Ni celebración del mundo ni agonía, sino diálogo a veces
franco, a veces tumultuoso, y siempre reflexivo, por lo que pudimos traducir.
Habrá que esperar a la edición de la antología temática por parte de la
sevillana La Isla de Siltolá. La lectura, sin apenas afectación, permitió una
primera impresión gozosa. A ella asistió su paisano Pablo Guerrero. Mantiene los blogs Encuentros de lecturas y En un bosque extranjero.
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