A Paloma Corrales
todo blanco,
con los ojos sin celo, como nudos,
porque se habrán
apagado del uso las palabras
igual que en la pintura,
sabéis que llegará
un tiempo en que se escriba así la poesía.
Yo no estaré,
cuando esto ocurra
seré de nuevo sombra, sol que esconde,
lo que quede
de luz o de calor bajo el lenguaje.
4 comentarios:
Ayer intenté repetidas veces desde el teléfono agradecerte, en esta tu casa, este gesto tan bonito, pero se ve que no lo conseguí.
Me encanta el poema, sólo decirte que tú sí estarás aunque sea en la otredad de la sombra.
Muchas, muchas gracias, querido amigo. Abrazo.
Querida Paloma, v vino con el recuerdo de tu forma de acercarte al poema, siempre indagando, investigando, tanteando, proponiendo... lo se acercó a mí cuando estaba escribiéndolo. La llamada debía ser atendida. Lo compartimos, amiga.
Te lo he dicho mil veces con lengua de doble filo: nadie adelgaza la poesía como tú hasta convertirla pureza antigua y sin memoria a la vez.
Qué bien te sienta el otoño, hermano.
Faro, hermano: ¿es posible que nos concozcamos?
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