Para Carmen y Javier
Sentir
lo prescindible,
callar
los dos en gótico,
ver
sin verse en las bóvedas
que
forman la armonía de un cuadrado
geminadas
también,
las columnas soportan la razón
extraña que nos turba,
un dictado de siglos.
¿Por qué venida –pregunté-
desde los graves pulsos
de los picapedreros
toda esta fronda medieval de recios
capiteles nos siguen intrigando?
¿Tan sólo porque cuentan
deseos de iniciados,
angustias y delirios,
angustias y delirios,
riberas de lo oscuro y del enigma?
Ni herméticos
ni explícitos mensajes
–dijiste- tienen esa
compleja sencillez
que vive en el idioma amanuense
del que está en el secreto, son poemas
signos
con que vencer, junto a los otros,
el
tedio de la vida, lo vano de los arcos.
Después
continuaste:
Ni púlpitos ni tumbas, no son tinta
ni piedra traicionada los poemas,
qué sino presos
cadáveres en jaulas
que pacientes aguardan
su hermenéutica.
(De Cuerpo, casa partida)
2 comentarios:
Precioso poema, Caro. Y mis felicitaciones a la becaria por la foto. Carmina
Si todavía conmueve al poeta Francisco Caro Sierra,el lenguaje callado de la piedra y le hace crear la belleza de unos versos convertidos en poema, algo transcendental acumula el mensaje tallado de los anónimos canteros cuando de su contemplación nace la palabra poética.
Publicar un comentario