I
Como rosa que crece
Como rosa que crece
sólo para mis ojos,
y luego muere
así tu lengua toma
-con qué pausa-
el sabor a deseo
de la tarde
de la tarde que busca
la tibia voluntad de la epidermis,
los cráteres instantes
el temblor
de las sílabas sábanas
donde el fuego agonice.
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