lunes, 8 de mayo de 2023

Un poema: Nos quedaremos solos y se hará la noche




 






El tiempo es un jaguar insatisfecho

que jamás abandona sus quehaceres

y sigiloso juega

con nuestras ambiciones

 

ante sus fauces, plenas 

de bostezos,

nos deja hacer y hacer, como si ausente,

mientras contempla y se sonríe dulce

ante el esfuerzo inhábil

de quien procura

perdurar ocultándose

en versos y papel

de su campo de acción,

de sus tranquilas garras aparentes

 

benévolo, nos deja

escribir, publicar, sé que nos deja

 

en ocasiones parece distraído,

ajeno en su quietud, mientras decide,

harto ya de la escena,

–tanto ir y venir para ser nada–

cuando será el zarpazo.


Ilustración de Manolo Marcos

6 comentarios:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Exactamente es así,tan bellamente expresado. La fiera acecha en silencio -o no- pero nos salva la poesía y la amistad.
Abrazo.
Mayusta.

fcaro dijo...

Mientras haya luz, Miguel Ángel. La noche es el zarpazo inesperado y cierto.

Jorge García Torrego dijo...

Me encantó imaginar al tiempo como un felino que, juguetón, nos deja ser. Y especialmente después de esto:

(tanto ir y venir para ser nada)

Un abrazo.

fcaro dijo...

Más o menos, la vida, Jorge.

Ana Montojo dijo...

Y el zarpazo llega y te deja sin poesía. Y sin vida.

fcaro dijo...

Todo ha sido un juego consentido. Es bueno saberlo, Ana