Por Homero
la parte intransitable que me nombra,
mi parte de Sibila, supo de los arqueros
de Troya frente Kafka, de asedios soportados,
supo también que el fuego
que prende los asombros es siempre primogénito,
que fue hermoso nacer al desvarío, que las mentiras
de los idiotas no envejecen, supo
de la arritmia del sur, de deletreos
en los blancos rectángulos, del amor sin archivos.
Por Virgilio después,
mi parte de Tiresias supo
que la vulgaridad
de ganarse la vida terminaba, que la meta de Roma
––si se anhela–– precisa lejanías, altas voces,
altas naves que olviden, también que debería
salvarme del espanto, regresar, ser en otros,
saberme de la edad de los cerezos, expatriarme
de los días burdeles y llegar,
urdiendo travesías, a las costas que salvan.
10 comentarios:
Un poema formidable. De los que acreditan a un poeta formidable. Escribir es navegar: hace falta; vivir sin escribir o navegar está de sobra.
Vivir es indagar, mirar con celo, aventurarse. Y si amanece el asombro, contarlo.
Que preciosidad
Gracias, María
Bellísimo y certero, Paco, gracias
Navegar, aunque sea con el cadáver de la poesía a cuestas, siempre es preciso.
Dicen Homero fue el primer aedo de su poesía épica; "Un poema: Navigare necesse est" tiene ese gusto clásico y potente del autor de la "Ilíada y la odisea". Épico, excelente poema, muchas gracias por compartirlo.
Isabel F. Bernaldo de Quirós.
Tal vez sea como dices, Isabel, por navegar entiendo la vida como búsqueda, como inquietud.
El camino a la excelencia es tu viaje, querido Paco. Salvado, has llegado a puerto.
M.A.Y.
Viajar es lo importa. Si no he llegado a puerto como dice queda poco.
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