lunes, 18 de mayo de 2020

PEQUEÑA ORACIÓN MATUTINA Y URGENTE PARA DESPEDIR A MAXI REY, CON QUIEN SUPE LA AMISTAD TRANQUILA, CON QUIEN QUISE.















Cuántos vinos hablados, cuántos versos bebidos,
cuánta sonrisa
entre tímida y cómplice, eran horas
donde el calor hallaba su guarida,
y estando lo ocupabas.

Una noche dijiste: yo comencé a grabar
para que mis alumnos
supieran que hay poetas
de carne y hueso, como los futbolistas, 
que anotaran
que existieron y existen 
más allá de los textos escolares,
y luego no pudiste, ni jamás deseaste, dejar de hacerlo.

En tanto tiempo, amigo, nunca te vi negar a nadie,
volver el rostro a quien llegara,
ponías siempre
tu mirar a la misma 
altura indeclinable de los ojos del otro,
más prójimo que nunca, como acostumbran
los hombres como tú, seguros de su estar.

Amaste la poesía y a quienes la persiguen,
difícil haber visto a alguno que tratara
con más abrazo, con más sosiego a los poetas,
no quisiste ni te oí 
valorar obra ninguna, todos
lo eran para ti, y los guardabas
dentro de un corazón que algunos llaman cámara,
por donde te crecías, hebra a hebra, hasta ser
el testigo infinito
de una generación que te hizo suyo, porque fuiste
semilla generosa,
pecho donde el amparo para tantos,
yo sé nombres, bastaba
verte escuchar con esa
manera tan sencilla de decir
estoy contigo que tenías.

Aunque seamos miles nos has dejado solos.

Poeta humilde, sencillo, 
amante de lo puro, de la naturaleza,
aquella noche en Cook, rodeados de gente
guapa y ajena,
en la que me contaste que las piedras viven,
que no fueron ni serán inertes,
que poseen un alma de candor 
para aquellos que en ellas paran y les hablan;
en esas noches y otras de taxis a Pacífico
supe tu anchura,
y aquella inmensa en la que Rafa cumplió los años.

Otras veces decías, me decías cuando abril terminaba,
me voy al pueblo, tenemos
que colocar el mayo en mitad de la plaza, y te ibas
a ser de nuevo gente con la gente,
raíz y ayudador, uno más con los tuyos.

Yo he visto iluminarse los bares de tu barrio
con tu sola presencia,
y a Lavapiés,
porque sentía frío cuando
te notaba ausente, preguntar ¿donde está,
dónde está Maxi?

Tu objetivo, tu trípode, tu pan de cada día,
tu dejar testimonio
grabado de ese abuso de voces vespertinas
que es el Madrid poético,
tu guardar ¿para cuándo? palabras de tanto adicto,
tu conservar los gestos
y la pequeña historia
de un tiempo y un país que tú llenaste,
que llenaron tu gorra y tu bufanda,
que sabía tu nombre; dónde hallarían
mejor archivo
la tarde y los poemas que tus ojos.

Me dicen que te has muerto 
de un corazón gastado y excesivo
en un tiempo sin calles, con los bares cerrados:
que tengas alto viaje, 
amigo leonés de cepas y nacencia,
amigo intenso,
te llevas la costumbre de la sonrisa honda.

Hay que ser bueno, nos dijo Eladio, y tú lo fuiste.
Vuela en paz, buen amigo.
Vuela, Maxi.


Foto MCBarri. Maxi Rey en Piedrabuena 
grabando al poeta Nicolás del Hierro, 
en 2016)

18 comentarios:

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

"Hay que ser bueno, nos dijo Eladio" y Maxi, como Eladio, ha sido siempre un hombre bueno que siempre recordaremos,Paco.

fcaro dijo...

Eso, creo, Manuel. No hay otro signo de distinción honda entre los hombre que la bondad.

Eloisa Pardo dijo...

Un abrazo.

miguel ángel dijo...

Bueno, y generoso, de limpio mirar y corazón cercano. Una persona que,fuera cual fuese la intensidad de la relación, dejaba huella de bonhomia. Hermoso y sentido tu homenaje a corazón abierto , querido poeta y entero amigo...

fcaro dijo...

Gracias, Eloisa.

fcaro dijo...

Esa es la palabra bonhomía,de buen hombre. Y eso hay siempre que celebrarlo, Miguel Ángel. Gracias por tu lectura y tu comprensión.

Soraya dijo...

Emocionada, leyendo tu Gran y sentido homenaje a nuestro querido Maxi, ahora recuerdo cuando me contó sus inicios gráficos para que sus alumnos vivieran la actualidad poética...
Siempre estará su espacio en las tertulias y en nuestros corazones.
Y su luz sea eterna..
UN ABRAZO GRANDE

LA VOZ QUE NADIE APAGA dijo...

Siempre dispuesto con su cámara para dar testimonio del acontecer poético: lo echaremos de menos.

Con tu permiso, Paco, comparto en mi muro de fb este precioso y merecido homenaje que le dedicas.

José Ramón dijo...

Podríamos decir: "un gran hombre"; pero sería mentira.
Para ser hombre era ya grande, ser humano era la perfección.
Y Maxi fue hombre, humano y por todo ello GRANDE.
Hoy es su "día natalis", la tierra pierde a un hombre; el cielo gana UNA GRAN PERSONA.

fcaro dijo...

Sí, Soraya, conversar con él era fácil. Puedo decirte que no he encontrado a nadie que no le tuviera en estima. Gracias por dejarlo dicho. Mi abrazo.

fcaro dijo...

Por supuesto Luis Miguel, faltaría más. Es un texto urgente, muy urgente, pero para mí, muy necesario.

fcaro dijo...

Si él no está, José Ramón, qué difícil para nosotros. Gracias por tus palabras.

JOSÉ LUIS MORANTE dijo...

Me uno al discurrir por el dolor de esa elegía por Maxi Rey, querido Paco, y reconozco en sus pasos el estar de un hombre bueno que llenó de poesía el ojo frío del instante que pasa, que hizo de la paciencia una libreta en blanco. Descanse en paz, Maxi Rey, cuya pérdida hace de tu poesía cicatriz que recuerda la herida.

fcaro dijo...

Gracias, José Luis, comencé a escribir estas palabras urgentes porque recordé el verso de Eladio Cabañero, "Ser bueno es lo difícil. Hay que ser buenos. ¿Fuiste?" y supe que mi amigo Maxi había cumplido con ese imperativo. Ciertamente no es fácil. Paro por ahí la vida. El tiempo que nos quede. Lo frutal.

Alfredo J Ramos dijo...

Un texto lleno de emoción verdadera, la transmite. Aunque alguna vez lo vi, nunca lo traté. Supongo, por lo que tantos contáis, que nos deja un inmenso legado de bondad y arte. Ponerlo a buen recaudo y compartirlo será una manera de que siga presente. De nuevo mi brazo, Paco. Me hago cargo —si eso es posible— de la dureza extrema de la pérdida.

fcaro dijo...

Gracias, Alfredo, claro que lo viste, aunque no lo tratases. Eso que te perdiste. Lo que se llama un hombre llano y bueno. Lleno de cordialidad. 40 años entre poetas y no se le notaba. ¿Hay mayor mérito? Un abrazo.

Alberto Morales dijo...

Otra elegía memorable para un noble amigo de todos aquellos que hablaban de poesía, querido PACO con amigos tan Caros como tu, la muerte no es tan ilimitada en su consecución

fcaro dijo...

Uno hace lo que puede, Alberto. A veces las palabras acompañan a los sentimientos.