Hay
costumbres que aún
no
han marchitado, me decías,
regar
cada maceta
del
patio, por ejemplo,
algo
que puede parecer sin gloria,
pero
que es
providencia
sutil que nos convierte
en
cotidianos dioses,
en
dueños de otras vidas,
tal
vez sin merecerlo.
Hubo otras
que fueron necesarias
que fueron necesarias
y ya son abandono:
recuerdo aquella, matutina,
la
de mirar y darle, como primer oficio,
cuerda
al reloj con parsimonia,
un
gesto que era un acto de conciencia,
después
de él, vivir
ya no era un hecho
confuso, inconsecuente,
sino plazo otorgado.
sino plazo otorgado.
Solos frente a la esfera,
la vida y su rigor nos advertían
-¿nos advierten?-
la vida y su rigor nos advertían
-¿nos advierten?-
como súbditos los límites del tiempo.
(De Conversacciones)
15 comentarios:
Perdemos los ritos, irremisiblemente...
Y los ritos hablan si uno sabe escucharlos.
OTRO NUEVE DE ENERO
para Francisco Caro
Dueños de nada, somos/
los súbditos de un tiempo, que no existe,/
mientras pasa la vida./
Vivir, " dormir, soñar, tal vez morir".../
Mientras, le damos cuerda a ese reloj,/
recordamos las horas desgranadas/
y en el tic,tac de su latido vamos/
regándonos, regando,/
nuesta vida, otras vidas, eso es todo./
Frontera del latido ¿Qué depara?/
La cuerda del reloj,/
enero tras enero,contínúa/
besando el calendario/
del tiempo del amor y la esperanza.
Manuel Lopez Azorín
Qué alegría, Manuel, que mi texto te haya provocado este poema que me regalas. Que regalas a los lectores de Mientras la luz. Gracias por estar tan cerca del latido de tiempo que nos alimenta. Gracias poeta.
Latido del amor, vivo y abierto
mientras la vida le confiere plazo.
Sea éste largo, luminoso y cierto,
y siempre rubricado con mi abrazo...
Magníficos los dos poemas. Impagable experiencia como testigo y deudor.
Miguel Ángel, ya es largo, luminoso y cierto. Y doy, damos, gracias.
También se escribe para ser leído. Gracias, Fernando.
querido maese Caro, bienvenido el poema masa madre que instaura un nuevo aniversario y depara una hemorragia de versos en el patio de butacas (y qué BERSOS! Poderoso y carismático maese Azorín, entrañable dadivoso arcangélico don Miguel. Vaya detrás de ellos mi felicitación para con usté, tan ínclito Capricornio, tan lúcido y jovial poeta. Y, ya entre bastidores, le desvelo, querido amigo, que si necesita más Capricornios para el equipo allá estamos dispuestos a enrolarnos maese Manuel Cortijo (Cieza, para evitar confusión) y servidora, que también tira pá el monte. Don Manuel el diez, io el dieciocho. ¿Coincidencia? Nada es casual en este Paraíso.
Abrazos y Felicidades invernales.
Buen Rafa, gaditano de clima e decisión. Cómo agradezco tus intervenciones. Tan claras, tan explosivas. Felicite hoy a don Manuel, que no se olvide. Y los capricornios al poder. Se le espera y se le quiere en esta casa suya. Mi abrazo.
Impresiones de un lector del poema: "marchitado" no es ahí la palabra exacta. Y sobre todo, si el poema se hubiese acabado con el verso "tal vez sin merecerlo" hubiera quedado "redondo".
Lector Rodrigo. Estoy contigo en que el poema debería haber terminado en el verso "tal vez sin merecerlo". Y estoy contigo en que la palabra "marchitado" no es la correcta. Ahora que lo dices me doy cuenta de los dos errores, pero ya no estoy a tiempo de corregirlos. El poema es público. Como mi ineptitud.
En realidad ese poema son dos poemas. El segundo comenzaría con:
Hubo costumbres
que fueron necesarias
y ya son abandono...
(Ese poema no se ha publicado aún en libro, luego es todavía corregible, ¿no? Hay incluso grandes poetas que han publicado en libros sucesivos diferentes versiones de un mismo poema. J.R.Jiménez por ejemplo).
Claro, claro, es una buena sugerencia. Pero habría de cambiar también de título. Gracias por tu interés en mejorar el texto, Rodrigo.
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