domingo, 22 de octubre de 2017

Un poema de Tomás Rivero: Publica pájaros

  Foto de Mara Troublant

      El viernes y 21 vino desde Galicia Tomás Rivero, oficio de librero en Lugo. Y extremeño de origen, humilde y vocación. Poeta a solas durante mucho tiempo. Dijo que, alejado del ruido poetical, siempre soñó con que alguien lo descubriera. Al final ha optado por dejarse descubrir, eso parece. Le oí leer, náufrago en Cuenca y en el noviembre pasado, textos de su primer libro, Cámara de humos, que compré.  Ayer hice lo mismo con su De un libro que no pienso escribir nunca que le han editado en Tigres de Papel: le oí recitar y compré su libro. Confieso, y confiesen conmigo, que pocas veces nos ocurre algo similar en el transcurso de 12 meses naturales. Explicó que el libro anterior y este nacen del acopio de tantos años guardando lo escrito contra la vida y a favor de ella, y que con él da por cerrada una etapa para ¿abrir otra? Contó de su infancia. Contó de una casa cantora y corchera. Contó de cómo fue el libro de poemas que su madre dejó junto a un lebrillo de perrunillas –que devoraba– lo que le llevó a la pasión. Ha tardado mucho en publicar, cada vez hay más poetas de publicación tardía, pero parece resuelto a quedarse (a pesar del poema mandato que ofrecemos). Lució camisa blanca en su diálogo con Paco Moral. Impecable. Igual que el libro luce un prólogo de Miguel A. Curiel, vecino y amigo.


Publica pájaros   

No publiques libros.
Publica pájaros.
No escribas versos,
escribe vuelo, pluma.
No busques la llave,
encuentra la jaula
y quédate dentro
lamiendo la fría cerradura.
Que el poema te abra
y el viento te arrastre.
No publiques libros,
publica lagartos, puestas de sol,
flores encendidas,
músicas que te traen recuerdos
de paisajes y cuerpos deseados,
fotos de cuando eras joven,
para que todos vean
que tu rostro de catre
presagiaba un futuro
de páginas emborronadas.
Pública pájaros contra el azul del cielo.

6 comentarios:

Mayusta dijo...

No sé qué es, pero hay algo en ese poema que me estremece hasta la lágrima... Abrazos.

fcaro dijo...

Hay un aliento a extrañeza lo recorre, Miguel Ángel.

TOMÁS RIVERO dijo...

Gracias por esta reseña breve y certera, Francisco. Un abrazo, amigo.

Javier Díaz Gil dijo...

Es un gran poema, no conocía a Tomás Rivero pero con esa muestra que has publicado, querido Paco, ya sé que debo seguirlo de cerca.
Un abrazo, maestro
Javier

fcaro dijo...

Era necesario dejar noticia de paso por Madrid, Tomás. Y constancia del poema.

fcaro dijo...

Ya digo, Javier, que siempre ha siso poeta solas, pero poeta. Y bueno.