Qué envidia –le digo al jefe- yo quiero ser Amy. 3000 euros
por artículo. O Pedrojota, que, aunque se escandaliza, cobra muchísimo más. Te
mereces lo que tienes –me replica- eres débil hasta para pedir. Te harían falta
7340 artículos para alcanzar a Bárcenas. Mejor ser Bárcenas directamente,
ahorraríamos papel, impresoras, agentes literarios, fundaciones, periódicos,
tapaderas... Como siempre. Lleva razón. Ponte a lo tuyo y ya veremos –continúa-
y esmérate porque nos faltan lectores y publicidad. Si seguimos así deberemos
cerrar y dedicarnos directamente a la poesía, y en exclusividad, es lo único que da dinero. Aprovechemos que ahora tenemos el elixir.
Posta 1
Presentación de la La Hoja Azuel en Blanco Fotografía de Lidia López Miguel |
Otra vez es 22 y martes, Juanjo Alcolea y Ana Garrido presentaron en Madrid su revista La Hoja Azul en Blanco, un prodigio económico-poético, porque no demasiada gente sabe cómo es posible que siga funcionando. Lo dijo Cristina Cocca: gracias al esfuerzo personal y de divulgación que los citados procuran. Parece que seguirá autogestionándose, autofinanciándose: el éxito que tanto envidia el jefe. Leyeron sus poemas en la Casa de la Mancha, Luz Pichel, Hortensia Higuero, Isidro Sánchez, Rafael Soler, Cristina Cocca, Davina Pazos, Fernando Fiestas, Isabel Miguel, Rocío Ordóñez. Eva Barro hizo lo propio con su cuento. Este número 17 está dedicado a la obra en vidrio de Marina Lange. Y a la memoria de Vicente Martín. Luego la alegría compartida de la pospresentación. Seguirán, seguiremos.
Posta 2
Luz Pichel en el Matadero Fotografía de MCBarri |
Fue miércoles el día 23 en las instalaciones del Matadero. Allí
funciona la tertulia Euracas que mantienen las poetas Eva Chinchilla y María
Salgado. Tienen interminables sesiones, dijeron, que tratan sobre el lenguaje, sus
manifestaciones, su transversalidad social, sus murmuraciones. Por las maneras
como se expresaron sus componentes, lo creo. Inacabables. Para romper el esquema
invitaron a la poeta Luz Pichel y optaron por una sesión abierta. Gentileza que
aprovechamos. Es dueña Luz Pichel de un lenguaje de frontera, el castrapo,
mixtura que surge cuando el gallego procura el habla castellana. Algo, dijo, propio de aldeanos. Habla no de poder, por tanto. Asunto que parece obsesionar a
los del seminario. A este redactor le interesó la lectura de Luz. Es el asunto
que el intento de traducir al castellano Casa pechada, su anterior poemario, se tornó imposible, y que
solamente el castrapo le sirvió. Así surgió Cativa en su lughar. Una reescritura,
años después, de Casa Pechada. Las variaciones lo hacen fiel a su intención original. Esfuerzo que muchos
poetas deberían realizar. Porque el poeta cambia con el tiempo y los libros con él. Unos 80 oyentes asistieron a una lectura mágica. La
zumbaeira, explicó, es un artefacto infantil que consiste en hacer girar sobre
la cabeza algún objeto al final de una cuerda, y disfrutar su fricción. Zoar,
llama Luz a esa acción en castrapo. Y con ese roce ingenuo, con ese volteado susurro
transcurrió una lectura fascinante, nueva. Cálida y fresca al tiempo. Ambos
libros se han editado, en solo volumen, por Progresele en su colección
Diminutos salvamentos. Búsquenlo.
Posta 3
Rafael, Alejandro, Ana, Zhivka, Pablo y Paco Fotografía obenida de FB |
También tuvo jueves la semana. 24. Desde el día 7 venía
siendo anunciada en FB la presentación de 55 minutos. El segundo poemario de
Ana Ares. Y al fin llegó la fecha. Expectación. Llenas las mesas de la primera
planta del Café Comercial con casi 90 pobladores. Se notaba el aroma de lo
esperado. Y la fiesta. No estuvo original Pablo Méndez: Es un libro que la editorial deseaba
publicar desde tiempo… pero sí cierto. Luego habló Rafael Soler. Renovado cada
día en el oficio de las palabras previas, recordó la responsabilidad del segundo
libro para fijar la valía de un autor, al tiempo que señalaba la estructura y
los valores poéticos de estos minutos amorosos de Ana Ares. Porque nada menos que eso es el
libro: la crónica de una mutua seducción, de una mutua y arrobada entrega, de la
capacidad de los amantes para sobrevivirse. O para explosionar. Hizo Ana un
intento de explicar el título, asunto que excitó a la concurrencia. 55 minutos
no son pocos. Aunque prefirió reflejar el contento que la embargaba, los
agradecimientos, hacer explícita la dedicatoria a Paco Moral, su compañero y
destinatario. Magnífica en todo. Como en la decisión de ser acompañada en la
lectura por la excelencia de Alejandro Céspedes, de quien nadie sabe si es
mejor lector o mejor poeta. Bueno, nadie no, esta redacción sí lo sabe. Cerraron
Paco Moral y Zhivka Baltadzhieva
(en búlgaro) leyendo uno de los poemas. La firma de ejemplares duró casi
55 minutos. Luego, con tal multitud de poetas y amigos, se formaron dos corros.
Los fumadores, fuera. Los bebedores, dentro. Hay un vídeo (aquí) de todo el
acto.
Alfredo Piquer, Adela Ferrer, Francisco Caro, Ivonne Sánchez, Alejandro Torres y José Miguel Arranz Fotografía de MCBarri |
Posta 4
La existencia del viernes 25 parecía necesaria. Hubo sesión de Odisea Poética.
El ciclo que lidera Alfredo “Ulises” Piquer. Del acto nos han llegado estas dos
fotografías. Una hecha en su final, con los participantes, y otra en la que el
poeta Paco García Marquina entrega a este redactor el frasquito que contiene lo
prohibido poético. Hay discusiones sobre las propiedades confesas de tal elixir.
¿Las conoce el risueño testigo? Lo único que se puede asegurar es que, tras su
posesión, este redactor no fue consciente de nada de lo que allí ocurrió. Y el
jefe lo sabe.
Momento de entrega del elixir de lo prohibido poético |
4 comentarios:
¡Ay cuántas cosas me pierdo!
Qué entretenido estás, querido Paco, y qué bien nos informas a los de provincias... Ya sabes cuánto me gusta tu blog. Hoy aprovecho para recomendarte un nuevo blog, el de José Antonio Ramírez Lozano, por si quieres visitarlo: http://josearamirezlozano.blogspot.com.es/
Besos.
Querida Ana, tú puedes escoger.Haces bien.
¡Qué sorpresa María! No sé cuanto va a durar esta tensión reporteril. Ya veremos. Bien por José Antonio, ya le tengo incorporado. Un beso.
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