Fuentes muy bien informadas, voces profundas de La Moncloa,
nos han hecho llegar la noticia de que no se negocia con el Eurogrupo ningún
rescate para la poesía española. Advierten que el déficit de buena poesía puede
ser controlado con nuestros propios medios. Y que Angela Merkel ha dado, de
momento, el visto bueno al asunto. Con el desmentido del rescate, los asesores
presidenciales han precisado la existencia de un Plan, no impuesto por Europa,
que busca eliminar el exceso de ediciones recortando la frenética actividad editora
de los poetas. Se pretende así elevar el nivel medio de calidad. No será
necesario que el BCE compre restos de ediciones. Tampoco será preciso que los
hombres de negro revisen, valoren y decidan sobre las próximas acciones de los
poetas. Es algo nuevo, nos han asegurado, y no afectará a tertulias, siempre
que sigan con su actual nivel de ingenuidad, penuria y voluntarismo, aunque sí
al número y retribuciones de los premios.
Las fuentes han sido tajantes: “No habrá rescate, el riesgo
en la poesía española es menor que en cualquier otra lengua europea, a la vista
está. El derroche no está justificado”. Añadiendo después “Somos conscientes
del problema heredado y las reformas darán
sus frutos más pronto que tarde". "Si no podemos asegurar el rigor, debemos disminuir los daños”, concluyeron.
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