No el oculto sonar
que las hojas devuelven
ni la umbría
no el dibujo borroso
en el mapa que trazan
los futuros
sino los árboles, las horas,
los rastros que anduvimos,
los que aún.
Por el bosque del tiempo,
tú y yo
despacio,
solos,
dos amantes a pie mientras la nieve.
15 comentarios:
Ojalá y el paseo de los amantes se prolongue en el tiempo. Y ojalá y este tiempo inhóspito sea "mañana, bajo el viento, / trigo. / Y rojas / amapolas. Y sarmientos". (No sé por qué paseando esta mañana bajo la nieve me he acordado y me he repetido el poema de Ángel González. Pero será por algo.)
Amigo Pedro, hay algunos otoños, el de este mismo año, por ejemplo, que parecen primaveras. Pero no dejan de ser otoño. No es mala referencia la que traes de la mano. Angel disfrutó la vida hasta el final. Buen año.
Me encanta, me lo tomo para mi, pero en lugar de "a pie", para nosotros "en bici". Un gran abrazo y miles de gracias por tus versos
Querido Paco, siempre es aún si las palabras dejan ese rastro en la nieve de los días que habla de emoción y camino. Muy hermoso poema para seguir a pie, con voz, contigo. Feliz jornada...
Para ti, Elena, que bien lo mereces. Un placer que te lo quedes. Ganas de veros.
Ojalá, José Luis, y los malos tiempos fortalezcan aquello en lo que creemos y descansamos, nos ayuden en el camino. La nieve es un acicate. Gracias por tu amistad.
Hermoso y sereno poema, Paco, amigo, poeta. Todo un prodigio, sencillo y profundo, de canto a la vida. Otro más, Paco, otro más. Nos emociona y nos da fuerza.
Uno tan solo escribe lo que el instante provoca. En eso estamos. En la advertencia de que no siempre es posible.
Otro 9 de enero tu corazón ha hablado. Gracias, Paco, por transmitirnos en tus versos tanto amor y tanta belleza. Un gran abrazo.
Isabel
Hay luz de nieve en tu corazón, Isabel. Gracias por tus palabras.
Gracias a ti por contribuir con tu poesía y tus textos a que mi camino
sea más llevadero en este árido tiempo.
Es precioso, claro, rotundo, brillante y algo rosado, como la nieve a través de la ventana de esta noche
(...ha sido ahora, pero se podía haber escrito hace dos mil años o, quizás, -esperemos- dentro de otros dos mil. Desde el dos, desde el uno, desde el cero. "Los que aún" es un ámbito afortunadamente compartible.
Bien sabes, amigo, que quien habla por tu voz viene de lejos, y va lejos...)
Ay, Esperanza, ya sabes que los poemas son en ocasiones productos de un instante, te atrapan y los atrapas fugazmente o pasan. Mi abrazo.
La voz, Federico, es una manera de participar en la conciencia universal del tiempo. Nuestro vehículo. Lo humano es una contingencia que hay que saber aprovechar en su fugacidad. Gracias por estar. Mi abrazo. Y ojalá el año.
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