jueves, 22 de octubre de 2020

Un poema: ¿Nace la poesía de lo triste?

 















Una noche de octubre envenenado
te nació la pregunta: ¿Nace
la poesía cierta de lo triste?
 
Contempla –respondí­­–
en el cuadro de Frida los dos ojos
que la vida
puso en su falda luego
de habérselos sacado,
respira de seguido
y hondo el lienzo,
notarás que su cuerpo aún despide
silencio y los aromas del limón
 
tal pretende
el acto del poema frente al mundo
 
escribir
un poema es callar, vivir de lo que vimos
y no vemos,
poner fin a los ruidos que no importan,
no hablar para los otros,
no hablar, sino
dejar que las palabras 
que fueron tuyas te abandonen
 
no es lo triste,
es el instante exacto en que invertimos
el espejo y el alma en que se mira.
 

 


4 comentarios:

Pedro Torres dijo...

Andas últimamente muy centrado en la poesía (en el poema) como asunto del poema: me parece muy bien, porque no hay escritura cabal que no se pregunte a sí misma por ella misma. Y, si la reflexión es honda y pertinente y da como resultado tan buenos poemas, mejor que mejor.

fcaro dijo...

Amigo Pedro, creo que es una enfermedad de la que no puedo curarme, Una vez publiqué Locus Poetarum como exorcismo, pero ni así. Me confienso que he advertido a muchos poetas que no caigan en este pozo masturbatorio del que a duras penas logro salir yo. Les prevengo porque veo que es contagioso. Reflexionar sobre el poema debe hacerse desde fuera del poema. Debería usarse el BOE para dejarlo claro. Esto que me ocurre solo se curaría, pienso, con una provocación exterior potente que de momento no ocurre. Me consuelo si logro sortear las obviedades o lo pueril, pero... enfermedad es. Y casi crónica.

Alfredo J Ramos dijo...

Poetry is the subject of the poem. Ya sabemos. O debemos saber. Y esto vale para todo tipo de poemas, aunque se pueda ser consciente o no. Saber desde dónde se escribe o escribir para intentar saberlo. Un asunto infinito. Tal vez el asunto. Insoslayable.

fcaro dijo...

Alfredo, hay una cita que suelo usar y es aquella que dice: cuando el poeta escribe un poema no importa el tema del que escriba porque su único interés es la poesía. Coincidimos. El asunto es que no sea tan evidente y que aprovechemos el acto de escribir para incluir en ese juego la vida que nos rodea, algo que pueda interesar a los que se acerquen a merodear el poema, algo que trascienda, que lo haga menos onfálico. Gracias,