jueves, 8 de octubre de 2020

Un poema: Antavianas

 


Las palabras
que al sol del mediodía
ordenadas tendí, por si un poema, 
ya no están en su sitio;
antavianas silvestres, huyeron al crepúsculo,
amigas como son de la penumbra.
 
Triscan
por el patio en revuelo,
nada temen, se besan con las tórtolas,
hacen corros, escalan el ciprés,
si no es viento no quieren nada suyo,
cuando me ven se burlan.
 
Paticojas,
algunas no irán lejos, sé que son
rebeldía castrada, otras no volverán
al papel del palacio que intenté construirles,
y saltarán la tapia, las conozco,
son ellas las que eligen, las que buscan.

F. Caro 

8 comentarios:

miguel ángel dijo...

Las palabras te quieren y las quieres. Fruto y flor de tu alma generosa.Creador en sazón, poeta grande. Que haces de tu palabra luz hermosa...

fcaro dijo...

Pero son muy jodías ellas, M Ángel, no se dejan.

M. Luisa García Ochoa dijo...

Me ha impactado mucho. Me gusta el mensaje y cómo está dicho, con fuerza y ritmo. Muchas gracias.

fcaro dijo...

M Luisa, la cadencia es, ami modo de ver, esencial en el lenguaje poético, siempre lo intento. Un abrazo, amiga.

Eloisa Pardo dijo...

Haces que sean visibles, se escuchan balancearse sobre las lianas, posarse, rendidas, al final de tu pluma. Haces magia, poeta. Un abrazo.

fcaro dijo...

Gracias por tu lectura, Eloisa, pero ya sabes que son ellas las que mos buscan, si quieren.

Unknown dijo...

Yo las he visto revolotear por mi jardín.Besos a los dos
Toya






fcaro dijo...

Te buscan, Toya, te aman, quieren hacer nido a tu lado. Un beso.