Oxidado,
sé que ofrece septiembre su
color
a las vencidas pámpanas,
a los rastrojos últimos, al oro
a los rastrojos últimos, al oro
de la golden frutal y el membrillero
distraído,
sin odios,
vagabundo
su luz es el contagio, una
proteica deidad
que deshace y conforma
por su amarillo dúctil me devuelvo
a las sedas del folio,
a lo que fue fortuna,
a las lejanas
caricias de las gentes que más amo
y a esta pared reciente
a las lejanas
caricias de las gentes que más amo
de mi casa vestida
con el rubor de nombres
que al abrir de sus carnes me parieron.
con el rubor de nombres
que al abrir de sus carnes me parieron.
2 comentarios:
Maestro de la belleza, el amor y la dorada nostalgia...
Eso es septiembre, Yusta, la maestría de la nostalgia y su capacidad para hacerla bella. Escucha "september song" de Chet Baker y lo confirmarás.
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