los lectores de libros
que a costa de concursos imprimiste
nada saben de ti, preocupado
como estás en que nada
de nada transparenten
tus inanes y ebúrneos poemas,
esos metadelgados
ejercicios de estilo para el aire.
dejándote
sobar por otras gentes?
¿no has vivido
con vómito?
¿no te ha
cercado alguna vez la noche,
alguna vez el
vértigo de no saber quien eres?
aunque sea un
instante? ¿no has sentido
la ruina de tu
casa, las bombas sobre Irak,
la muerte de
algún hijo, la injusticia
del olvido
clavándose en tus trajes?
¿no le debes a
nadie ciertas cartas?
¿De qué marfil
escribes? ¿Para quién?
¿Por qué huyes
abstracto entre recodos
de cuanto es
evidente?
¿No es posible
que los demás
te sepan, que conozcan
tu rostro y
hallen
en él una
verdad tranquila o curva?
Pregúntate por
qué
insistes en
obviar
el hecho de
vivir, leyéndote pareces
parodia, mueca ajena.
parodia, mueca ajena.
¿Es tu pan
extranjero, tu sol marciano?
¿Por qué buscas
y encuentras no encontrarte?
Escúchate y
escucha, no te pido otra cosa,
atiéndele a la
puta, atiéndele a la vida,
pisa su fango,
atiende y
cuenta... o calla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario