un viaje sin
excusa,
un reto de
distancias, nunca quise
ser
transeúnte roto en sus caminos.
Sabedor
de sus túneles y alfombras,
de
sus bifurcaciones,
de
sus tretas gordianas, de que nunca decreta
cárcel
para los buitres ni da salvoconductos,
hice
largo el trayecto, pero rumor mis pasos.
De cada
recorrido guardo
el polvo de la
marcha,
el sol con que
se guían los audaces
y la plata
encendida de las cumbres,
no recelo
de veranos con
nieve,
de crepúsculos
pálidos,
de posadas con
voces clandestinas, sigo
poniendo
nombres
al fracaso de
algún ayer intruso,
a las aves y
encinas que me cruzan,
a los patios
del sueño,
y escribo, si
me deja, de sus provocaciones,
de sus
enemistades,
del amor junto
a los acantilados.
Aún espero a
Borges
en las noches
de tregua y estrelladas,
no pregunto a
quien pasa,
no respondo.
11 comentarios:
Me ha encantado y estoy deseando leer el resto del poemario merecidamente premiado.
Para qué palabras, teniendo a la vista ta las tuyas, transeúnte-maestro sosegado, silencioso y preciso. Un abrazo de corazón... Y sigue caminando.
Muy bueno Paco, ya me dirás cuándo se podrá disfrutar de su lectura, pero esta muestra pormete y mucho tiene ( como yo digo ) música interna.
Carmen Feito
Tiempo habrá, Emma. Dicen que saldrá pronto.
Miguel Ángel, tus palabras son siempre mayores, mayustas.
Si a ti te lo parece, Carmen, que sabes de esto, me ds una alegría. Gracias.
Enhorabuena!!
Gracias, Palomaa, tu corazón es grande.
A veces, dan ganas de no escribir porque ya ha escrito Paco Caro.
La poesía es un río caudaloso, todos somos gotas de agua, Eduardo. Y gracias.
Paco, felicidades una vez más. Desde nuestro pueblo, el de Nicolás... el de todos, un fuerte abrazo.
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