Autoretrato (Ramón Palmeral) |
Nacimos a cuatro meses y cien metros de tiempo y distancia.
Sus padres estaban de verde tránsito laboral por Piedrabuena. Eran aquellos
tiempos de la paz forzada y ganarse el pan con esfuerzo. Apenas niño abandonó
el pueblo para no volver jamás. Digo físicamente, porque jamás se ha ido de la luz de su nacer. Ramón
Palmeral, poeta, crítico, divulgador y pintor vive en Alicante, en donde lo
conocí y traté brevemente con motivo de una lectura, a la que él se acercó con
gentileza. Y difundió. Desde aquel entonces hemos sabido uno del otro con cierta fugacidad,
frugalidad. Hasta este año. Es el caso
que Ramón (Fernández) Palmeral admiraba y seguía la obra de un paisano común,
de Nicolás del Hierro, y ha sido el hecho doloroso del fallecimiento de Nicolás lo
que ha acrecentado nuestra relación.
Retrato de M. Hernández (Ramón Palmeral) |
Es sabido que Ramón Palmeral ha dedicado su vida a la pintura –
tiene óleos cedidos en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real– y a estudiar y
divulgar la obra del oriolano. Un dibujo a plumilla que adjunto y le llena de
orgullo, cómo no, ha podido servir para una estampa de correos conmemorativa de
los 75 años de la muerte de Miguel. Dibujo que le solicité para poder compartir
con mis lectores. En fin, dos afanes que
han unido sus intenciones y se han concretado en el sello. Un orgullo que
comparto. También es bloguero de pro. En Nuevo impulso, que así se llama su
bitácora, da cuenta de la agitación cultural alicantina en donde no se priva de
sostener opciones en su opinión crítica. También sé que es lector habitual de
esta casa, donde espera..
Digo todo lo anterior porque es el caso que en este 2017
preñado de hechos, la labor poética de Ramón Palmeral se ha concretado en dos
publicaciones, una en enero, La cólera de Aquiles, y otra en mayo. Con el primero, un largo poema épico dividido
en 19 cantos, Ramón Palmeral, con una técnica que merodea el versículo y
coquetea con la prosa, se baña en los mitos homéricos para atravesar el Mediterráneo, desde Troya a Tarsis, de Agamenón a Argantonio, con una sintaxis tan
melancólica y trabada como audaz. Poesía épica llena de coraje, reivindicadora
de los orígenes, buceadora en las genealogías
que buscan el Hades desde los amaneceres. Así comienza el canto dedicado
a Heracles
Mi lazarillo me
anuncia que el ocaso
tiene un cielo herido
de luz
suspendida en sí
misma,
en el ocaso se puede
ver
la verdad en mi piel,
se trasluce el violeta
de mis venas,
se puede cantar en mis
carnes mis sueños y pesadillas.
El arte de la poesía
es la única forma de vencer la vida,
instinto de magnificar
el héroe…
Apunte sobre Nicolás del Hierro (Ramón Palmeral) |
El libro de mayo, Lágrimas ebrias de melancolía, es un
recipiente donde se mezclan ansiedades, amores, esperanzas y desvelos. Hay en
todo él una tensión vital que desborda el cuidado de las formas. A Ramón Palmeral
le importa más el qué decir, la urgencia de decir, la voz interna de la
conciencia en ascuas, que los límites que las formalidades imponen. Todo el
libro es un desgarro con homenajes a aquellos que ha sido su norte:
progenitores, compañera vital, amigos. Un libro de la voluntad de vida para la
vida. Así escribe Ramón Palmeral en
el poema con que recuerda a Nicolás del Hierro.
Quiero reencarnarme
en cigüeña y volar
por todos los
campanarios de La Mancha
y tocar un réquiem de
conjuro
entre las jaras,
cambrones
y los romeros tristes.
Para él, para este manchego de nacimiento, andaluz de origen y alicantino de adopción, como
se titula, y con enorme cariño, hay también un hueco en Mientras la luz.
Casa grande que aún es.
4 comentarios:
Casa Caro:acogedora, cálida en amistad, pródiga en el abrazo,lugar de cita para el aprendizaje y la reflexión. Que esa lux perpetua sea refugio y bálsamo de tanta tribulación en este mundo -casi- loco. Poesía y música nos salvan...
Miguel Ángel, que envidia tu brisa alpina, tu italiano frescor y la amistad que hace que aún desde allí estés con nosotros. Está es también tu casa.
Un abrazo.
Gracias Paco por acogerme es tus páginas. Los otros días estuve con Nieves Fernandez, aquí en Alicante, hablando de la calidad de tu blog de poesía, tan selecto y bien comentado.
Gracias Ramón por tu lectura y gracias a Nieves por decirte lo que me comunicas.
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