Viene por vez primera a Madrid, a firmar a la Feria del libro. Ilusionado. Como tantos poetas. Se llama Jesús Cárdenas. En estos últimos años escribe con decisión y ha podido dar a la luz dos poemarios de muy buena factura, de gran pulso. El primero, del año 2014, lo publicó Cuadernos del Laberinto y recibió como título Después de la música, con prólogo de Enrique Gracia Trinidad. Es un texto en donde el conflicto emocional se impone sobre la contemplación. En el editado más reciente, Sucesión de lunas, prologado por Manuel Rico, Jesús atiende a la melancolía de la lluvia sobre el alma del poeta, a las ventanas del ánimo, a los promontorios, serenos o convulsos, de la contemplación. Es una mano que escribe con insistencia lo desasistido. Los poemas se suceden en forma convencional o en prosa para caminar por los atropellos del olvido y la belleza fragmentada de los instantes. Viene a Madrid Jesús el próximo sábado 30, viene a firmar ejemplares de Después de la música a la caseta 322 a partir de las 18 horas. Mientras la luz le desea una feliz estancia entre nosotros.
......
Dos poemas
VI
La
tibieza de la mirada ante las primeras lluvias, rescribiendo la agitación con
rumor de recién estrenada.
La
melancolía por contemplar las gotas descendiendo por el cristal, ahí te
detienes, en su calado, en tardes ahogadas de signos sigilosos, sueños que nos
salvaban del vacío, hasta conocer su finita secuencia.
Desde
el cristal un cielo intempestivo: la lluvia en el espejo de los sueños
abriéndose camino; gotas de agua queriendo ser memoria, pero terminan
restallando tus fragmentos.
XII
…
Y son también espejo en tentativa, promesa de transparencia, lluvia que aspira
a ser lluvia con más pavor, desolación de los árboles, reflejo cruel sobre las
aceras, agua vertiginosa que ahogue las cosechas, convirtiendo las zanjas en
riachuelos –como certero acero en mitad de la carne–, el aire ya silente en
soledad arrebatadoramente sombría.
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