domingo, 8 de marzo de 2015

Poema: Un coche se detiene ante mi casa

Uncochesedetieneantemi
casaun cochesedeteienea
ntemicasauncochesedetie
neantemicasaun cochesed 
Es aquí donde espero
a que nadie me nombre, a que se calle
la prosa para siempre.

Yo nací en estas calles interiores,
por aquí cruzan nubes, casi polvo,
que desoye la mar,
y sin embargo
la lluvia hizo caer sobre mi cuerpo
una gota que tuvo
forma y sonido
de corazón, de llaga.

Preciso todavía su rumor,
la bondad de sus piedras,
yo guardo todavía aquella luz
sorda, de jaras, yo cobijo
aquí mi soledad, mi voz oculta
entre su indiferencia.

Aquí escucho al otoño
abrazarse a los montes, aquí ordeno
cada noche palabras
que el día no endurece, aquí leo sus horas,
mis veinticuatro
pájaros aliados y enemigos.

Nadie sabe si es pronto
aún para el metal, 
para lo más oscuro por las venas, 
o si es vivir asunto necesario,
pero es aquí –lo escribo—
donde espero la nieve,
la verdad de lo incierto.




6 comentarios:

Javier Díaz Gil dijo...

Magnífico poema querido Paco.
Un abrazo grande
Javier

fcaro dijo...

Y además es verdad, Javier. Un abrazo.

lnarbona dijo...

Precisamente por eso es magnifico Paco, porque es verdad...

fcaro dijo...

Luis, a veces ocurre que la encontramos. Un abrazo.

Nines Díaz Molinero dijo...

Qué bonito poema, Paco, y cómo emociona.

Un abrazo.

fcaro dijo...

Gracias Nines por tu lectura, por tus palabras.
Mi abrazo