En la noche del vierne4, le impresionó a mi amigo Juan Carlos Aros el salón del Ateneo, le pareció sublime, impresionante (tal vez viceversa). Le cautivó. Llegamos tarde de la cena con Antonio y Carolina. No escuchamos a Cereijo, no escuchamos a Guinda, banderilleros. Llegamos cuando Aarón García Peña repasaba los pueblos de la provincia de Barcelona y atribuía a cada uno de ellos la impresión lírica con que le habían dañado. A Juan Carlos le gustó. Entre el resto del público estuvo dividida, no tanto sobre la validez poética de la primera solución provincial , sino sobre la propuesta en sí. Es conocido que Aarón quiere hacer una enciclopedia poética compuesta de 50 libros, cada uno de ellos dedicado a una provincia. Original y ambiciosa sí es. Yo creo que no tendrá competidores. Juan Carlos no entendía demasiado ese afán geográfico. A él le preocupa más el vino chileno: está enamorado de su calidad y sus modernidades varietales. La verdad es que sabe. Nos hemos pasado días probando vinos españoles y dice que no, que los chilenos. Juan Carlos Aros regresó hoy miércoles a Chile, no sin antes patear Madrid, hacerse asiduo de la taberna Argensola y visitar Libertad8 el pasado martes8 para escuhar a Pepe Esteban.
Pepe Esteban, claro |
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