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José Luis Morales, Marisa y Vicente Martín (Foto R.C. Montesinos) |
MARTES. Estuvo el martes cinco José Luis sereno, dolorido y lúcido. Leía en Montesinos por vez primera después de lo suyo.
Vicente Martín, el poeta de Torrejón de la Calzada, lo presentó transparente, con la enorme habilidad de las palabras justas. Por medidas y exactas. Ninguno de los dos quiso ocultar el dolor pasado. Leyó mi amigo
José Luis Morales sus soleás en compañía. Tríadas de octosílabos asonantados, sentencias que dilucidan los pasos por la frontera de la vida y de la muerte, y su no perdida extrañeza. Hubo lugar para un humor que no le deja, afortunadamente. Y sitio para las nuevas ambiciones poéticas, para las aguas puras, cristalinas y antiguas y los chopos que en ellas se miraban con pasión adolescente. También para gritar con fe contra lo injusto. Lo oyentes sabían, sabíamos, que aquello era una lectura diferente. De resistencia, de conquista.
MIÉRCOLES. Con
María Sanz en Alcalá de Henares, el miércoles seis. Con ella, yo. A presentar su
Retablo de cenizas, premio Ciudad de Alcalá. Un poemario, el de la sevillana, del que dije y repito que es un recorrido sobre el desaliento amoroso, sobre la sosegada belleza de la melancolía, mientras la mirada de la poeta recorre los escenarios sicilianos que fueron sedes del amor vivido o presentido; envuelto todo en ese aura de misterio, de pálpito sensorial y temblor emotivo que de forma tan personalísima tiñe toda la poesía de nuestra autora. María Sanz sabe mucho, muchísmo de poesía, tanto como de amistad y de alegría conversadora.
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Rafael Soler |
JUEVES. Por estar en Alcalá no asistí a la presentación de
Las cartas que debía, un nuevo vitruvio de
Rafael Soler. Aunque el jueves siete, y desde temprano, comenzaron a llegarme las noticias.
Paco Moral: es un vitruvio de lujo, solapado, papel hueso, recomendado; se lo merece. En un correo de
Paco G. Marquina:
otro éxito editorial y de público, auguro varias ediciones. Me llamó
Emilio Porta:
enumeraciones de imágenes nada caóticas, es la modernidad segmentada. Carmina Casala me advirtió:
gentes de pie, en pie, lleno que asusta, hasta en las escaleras, Rafael es un poeta mediático y bueno, la cuadratura. Pepe Elgarresta: el libro es una bomba, una atalaya sarcástica e inteligente, qué envidia.
Jaime Alejandre: poemario con el glamour preciso para ser leído en mi próximo vuelo transatlántico, me lo reservo. Aunque yo aún sigo esperando informaciones.
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¿Dónde? (Ampliar para buscar) |
Sé que, búsquenlos,
María A. Ortega, Montse Morata, Ana Montojo, Rosa Jimena, Jorge Torres, José Luis Nieto Aranda, Rafael González Serrano, Alberto Infante, Manuel López Azorín, Antonio Daganzo, Manuel Cortijo Cieza, Elvira Daudet, Rafael Borge, Enrique Gracia Trinidad, Eugenio Cobo, Miguel Galanes, Eduardo Merino, Juan Ruiz de Torres, Ángela Reyes, Justo Jorge Padrón, María Fraguas, Manuel Quiroga, Ana Ares, Pepa Nieto, Antonino Nieto, José Luis Morales, José María Prieto y José Luis Fernández Hernán también asistieron a la presentación de
Las Cartas... antes de partir ¿en autobús? hacia Cosmopoética, pero nada me han dicho hasta el momento.
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Maxi Rey en Libertad 8 |
VIERNES. Dos ojos de vidrio y de memoria virtual anotaron la lectura de
Maxi Rey. Su ingreso en la academia, Libertad8, de los hazversos. De mirar a ser mirado. De escuchar a ser escuchado. Maxi aceptó el reto y leyó un anticipo de su
Escuela de mujeres. Poemas de la cercanía humana, de la mujer y sus edades, de la piedra que advierte y del hombre que espera. Toques ligeros de cotidianeidad y sorna. Pero Maxi, observado por Maria Jesús, estuvo didáctico, no quiso que perdiéramos las complejas claves manejadas. Me gustó que hiciera pública su obsesión por la memoria prerromana, precristiana, casi perdida en nuestra peninsular sociedad. Lleno en las mesas y en la barra. Repitieron muchos asistentes de los convocados por Rafael Soler, que actuó de cameraman, hartos sin duda de los fugaces escenarios cordobeses de Cosmopoética. Y de sus yeserías. Hicieron, hicimos, muy requetebién.
2 comentarios:
Pues se te echó de menos, amigo.
Ya me extrañaba que no estuvieras!
LA verdad: una gozada disfrutar de Rafa, de su libro y de tantos amigos juntos.
Un fuerte abrazo!
Por supuesto, yo también os recordé, y cómo me gustan los actos llenos. ¿Qué tal el viaje a Córdoba y la vuelta, tan rápida?
Un abrazo.
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