miércoles, 11 de junio de 2014

Cuatro años en Sidecar

     Desde hace cuatro años, cuatro, hay un ciclo de lecturas poéticas en Madrid que tiene carácter mensual y al que sus organizadores titulan como Poesía en Sidecar. Celebra sus aquelarres en el café Libertad 8, por lo general los primeros jueves de mes. Detrás de las travesías se encuentra un grupo entusiasta de poetas, muchos de ellos inéditos por vocación y otros por decisión. Entienden el hacer poético sin la reverencia y sin el empaque que a veces hacen a los poetas aparecer ante la clientela con la seriedad del burro. Procuran que las lecturas incorporen el juego, la intractividad, la diversión. Plantean sus recitales a dos: chico/chica, pareja que a vez suelen ser poeta-miembro-del-grupo v. poeta-invitado. De esta manera incorporan y dinamizan evitando la natural endogamia de la profesión. También hacen bolos.

 
Manuel y Rosa
   Todo el mundo sabe que su alma-mater es Rosa Jimena y su alma-pater Manuel Martínez-Carrasco. A su alrededor se aglutinan las personas y los dones de Laura Gómez Recas, María Zambrano, Laura Caro, Luis Miguel Rodrigo, Luis García, Montse Morata, Jesús Arroyo, Ángeles Fernangómez, Maria Tapia,  Pilar Martínez-Carrasco (que canta), Leire Olmeda, Arturo Amez… y alguno que se quedará, seguro. Muchos de ellos son alumnos del taller de poesía de Enrique Gracia Trinidad, que suele aparecer por allí con frecuencia: parece que el proyecto nació en el seno del grupo que afina su decir versal con el prestigioso poeta madrileño. Cada año publican con Huerga&Fierro una antología que recoge lo mejor de la temporada, de su temporada. Son un aire fresco para aquellos que no han olvidado lo que de goliardo tiene el oficio.

     Digo lo anterior porque el jefe me ha recordado que los alma-mentores del asunto protagonizaron la sesión del mes de mayo vestidos de Memorias de Africa. Quiero decir con atuendo colonial peliculero, ya dijimos lo del juego, en un guiño a su próximo destino. Rosa y Manuel abandonan su rol de empresarios de la palabra para colaborar con una ONG en Africa, en Malawi, concretamente. En principio para seis meses, luego veremos. No desertan, velarán-rezarán dicen desde la distancia. Los viajeros en sidecar sigue camino sin ellos. Que la ventura les premie. Por si acaso, Rosa Jimena ha querido, venciendo escrúpulos anteriores, dejar rastro, editar su primer libro: Una preposición in-deco-rosa, con sello Huerga. Bienvenida.

     La fiesta fin de curso tiene lugar mañana 12 de junio en Libertad 8. Y a las 21 horas. Se entregarán diplomas y besos.

2 comentarios:

Pilar dijo...

Paco! eres genial!!no digo más!Si nos vemos este finde habrá que cantarse algo no??jajaja

fcaro dijo...

Pilar, algo habrá que entonar, digo yo. estuve ensayando con Manuel hace unos días. Veremos.