Es un empeño que parece diminuto visto de lejos, pero les
puedo asegurar que tiene agigantada la
Pedro Letai, Sabastián Galán y José Luis Navarro, responsables de Poetas en el aire |
El programa goza de una salud envidiable. Y de numerosos
oyentes. Se organiza alrededor de un poeta invitado al que se deja leer con
entera comodidad y modos. Alrededor de la lectura se establece una pequeña y
sosegada tertulia que posibilita al autor espacio y tiempo para sus opiniones y
su visión de la poesía. Y todo con el tono adecuado para que nadie se sienta
incómodo. Es habitual la palabra culta, pero libre de los alardes de erudición
que no hacen sino distraer. La poesía del invitado tiene siempre prioridad.
Sebastián y Pedro son maestros en este arte, no tan fácil, de crear en el
entrevistado el ambiente perfecto para fluyan los poemas y sus modos de hacer. Poetas
en el aire ha devenido en necesario para el jaleo poético madrileño. Su
responsable sabe que no le faltarán poetas para su aire, como sabe que el problema es
establecer el orden en que aventarlos. Suelen tener prioridad aquellos que tienen una novedad
editorial potente que ofrecer. Y los jóvenes. También mantiene una página, visitadísima, donde
es posible volver a escuchar, a elección y sosiego, las entrevistas realizadas durante cualquiera de las anteriores temporadas. Aquí.
Actuación de Ana Bella López-Biedma |
Cierra en verano, por el calor, pero vuelve en septiembre. Para
celebrarlo, que motivos tiene, llevó a cabo el pasado 25 de junio una fiesta poético-musical
de tres horas de duración en directo a la que acudieron numerosos poetas y
cantautores. Mientras la luz, próximo también a cerrar su actividad, quiere
dejar constancia de este empeño radiofónico. Uno más sí, y en apariencia
pequeño, pero que se nos ha hecho cotidiano y hermoso, generoso y preciso,
digno de nuestra fidelidad. ¡Ay si faltase!