jueves, 19 de mayo de 2011

Un soneto de José Luis Morales

.



Aparece en el número 14 de Piedra del Molino, el resistente cuaderno poético, nacido en Arcos de la Frontera, que dirige Jorge de Arco.


El molino como cauce del tiempo. La piedra a donde acude la vida cereal para ser devastada. La serenidad ante el anuncio de unos giros sospechados. Aún en la lejanía. La sensación de llegar vacío, sin fruto a su convocatoria. La moneda de haber amado, de amar todavía.

Un viento malhadado ha traido, antes de tiempo, su ruido hasta el poeta. Con él caminamos todos. Por los mismos paisajes.


La piedra del molino

                        Mas hoy ni el agua va por donde iba
                                                                         F. MENA CANTERO

Es así: nada queda, todo muda:
la abundancia de ayer, hoy es harina
de otro costal, barril de otra sentina,
vino que ni me mata ni me ayuda.

La piedra del molino gira, viuda:
ni canta el agua ni la brisa inclina
la mies hacia su tolva: en la cocina
de mi historia, la mesa está desnuda.

Hay más miga que pan en su tablero
y es fácil que mañana no haya nada.
Poco importa: viví, fui prisionero

de tu amor y te amé. Cada pasada
de la muela me vuelve más ligero:
pronto seré otra vez cal apagada. 
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paco, No pude asistir a tu lectura de ayer en Alcobendas. Mis horarios son incompatibles con mis devociones... Lo siento.
El soneto de José Luis es muy emotivo y muy verdadero.
Gracias y besos. Carmina