Dice
Amador Palacios, su biógrafo en apócrifo: Lo cierto es que la poesía de
Carriedo contiene hondura, profusión rítmica, elección de una sintaxis bien
rotunda y de un léxico muy resonante; unos significantes dominados por un claro
significado temático que es asumido cómodamente por el lector. Lo dijo con
ocasión de la publicación de sus completas por la Fundación Jorge Guillén en
2006. Gabino-Alejandro Carriedo (1923-1981), tildado con justicia de postista –Ory,
Chicharro, Crespo–, movimiento al que se entregó, es algo más que esa
coyuntura. Oteó lo social y las vanguardias. Es un poeta de andadura, a no
olvidar. Dueño de ciertos secretos del lenguaje como son el ritmo y el color,
basó en ellos su acto creador. A más del elegante uso de la elipsis. Del que este
poema nos advierte con finura. En Del mal, el menos (1952)
INFORMANDO
Por la mañana vino a parar este señor,
a preguntar por usted,
a llevarse su libro,
a llevarse las cosas que había encima de la mesa
donde puso la carta escrita anoche,
donde estaba el tintero,
la pluma estilográfica, el llavero,
y donde vagos recuerdos de amigo había
y la fotografía de una mujer
que dijo servían de prueba.
Ha venido por sus pasos al patio,
entró hasta en el comedor,
se detuvo mirando los tapices,
lo registraba todo
y después ha vuelto nuevamente al despacho
donde había montones de papeles,
montones de carpetas,
montones de notas sospechosas como de negocios
(nunca me advirtió usted nada).
Más tarde ha preguntado por su madre,
la pobrecita apenas tenerse puede en pie
y ni siquiera pudo hablar.
A mí me ha dicho que si era yo algo suyo,
que cuánto tiempo hacía de una cosa
y qué visitas recibió.
Después de concluido el atestado
se han llevado el cadáver de usted en la ambulancia.
Había demasiada gente en el portal.
Daba tristeza, puede creerlo.
Yo estoy roto de llorar y no sé qué hacer.
6 comentarios:
Da la sensación de que estos poetas, siempre un poco marginales respecto a la corriente "principal" de la poesía española, están hoy olvidados. Y, sin embargo, creo que no es así: que tienen cada día más lectores. Aunque mucho poetas de ahora no sepan que existieron, son más modernos que la mayoría.
Muy de acuerdo. Pronto traeremos a Ory. Además el postismo supuso una nota de color alegre en aquellos años antes de agotarse asfixiado por lo social, el compromiso y los grandes del 50. La imaginación tiene un hueco grande en lo poético. Veta que exploraron.
La virtud (si así se puede llamar, que lo dudo) de desconocer casi todo, es el asombro que reporta su encuentro. Grazie mille por el estreno, maese Caro.
Querido Paco, no lo conocía y te agradezco mucho que lo traigas a tu blog. Cómo me ha gustado este poema. Qué buen ritmo, qué sutil, qué delicadeza. Un descubrimiento.
Un abrazo muy fuerte, querido amigo.
Javier
Desconocer es un abismo, amigo Rafa. Hay que asomarse para encontrar alguna luz. No es poco. Por allí pululo de vez en cuando.
Así es, Javier. Un prdigio de ritmo y de desenvoltura. Un poema guiado con mano maestra y tremendo final. Esto es lo que distingue a un poeta. Esa elipsis poderosas es muy atractiva. Un abrazo siempre.
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