sábado, 20 de junio de 2020

Un poema: No me des tregua ni me perdones















En alguna ocasión
conversé con el hombre
que unos siglos después
se llamaría Ezra.

¿Cuál es tu oficio? –preguntó.

Ninguno –respondí–,
no tengo habilidades que conozca,
hablo con los ancianos,
alguna vez escribo.

¿Conoces –replicó–
que quien escribe miente y se describe?

(Versión K) 

Se sostenía
porque estaba agarrado
al vaso donde el bourbon, 
al borde de la barra 
y, parsimonia, 
alzó el rostro, me miró 
con voz muy  baja: Hola, ¿cuál es tu oficio? 

Carezco, contesté, 
no tengo habilidades que conozca, 
paseo y hablo 
con ancianos y pobres, 
alguna vez escribo. 

Me llamo Ezra, -prosiguió, 
ya vi que estaba solo, que buscaba- 
¿sabes 
que quien escribe miente y se describe?


(Del inédito: Necesita testigos

                                                                     Foto: Mercedes E. Victoria

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