jueves, 29 de abril de 2010

Fernando Fiestas: pintor, poeta

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Su mundo era el dibujo, la pintura. Su mundo es ahora el dibujo, la pintura, la poesía. Se llama Fernando Fiestas y está en la quinta década de su vida. Desde hace unos años lee, vive, busca, escribe, deshoja poesía. Ha mostrado su obra pictórica en París, Oporto, Varna, Salzburg… y en numerosas salas españolas, pero viene a estas páginas porque deseo que se conozca de qué nuevas aguas bebe. Sé que su principal preocupación es el ritmo, sopesar el valor de las palabras, encontrarles el lugar preciso para que sean. Su mundo es rico, él sabe lo que quiere, lo que desea escribir, lo que le interroga, lo que le recorre. Está ávido de sensaciones, deseoso de modelos a los que desguazar. Y escribe y pinta. Su mundo deambula entre imágenes oníricas e individuales angustias. Desde la soledades coloridas a la alegría del amor.

Participa con “Verbo Azul” en las actividades del grupo. Ha publicado en revistas y un cuadernillo “Jardín de esquemas”. Son tanteos, mientras su obra avanza. No tiene prisa, pero anda. Y sabe hacia donde. Hacia la luz. Suyos son el poema y la estampa.


LA SENCILLEZ DEL DESTINO


"Cada uno de nosotros lleva consigo a alguien”
Basilio SÁNCHEZ


Siempre he dicho que para renunciar a los dioses
hay que entender la mirada del fuego,
imitar a las mariposas
y hacer el amor en los submarinos.

Siempre he dicho que para dar la vuelta a la vida
hay que avanzar sin dejar huellas
y oler a circunstancias;
así el tiempo lo detendrá todo,
los solares se henchirán de astrolabios
y en los museos habitarán los peces.

Hay que arar la tierra para buscar a los hijos,
sembrarla de semillas,
desgajar la piel de los abedules
y transferir los cantos de los ruiseñores
al sótano de las penumbras.

Es la sencillez del destino,
de la herida trazada por los pasos,
del viento que se enreda en los perales,
de tus palabras, …

yo que nunca te dije
que mi deseo nace con tu ausencia.

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martes, 27 de abril de 2010

Sobre el blogero de "Mientras la luz"

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Pedro A. González Moreno, un buen amigo de quien sostiene este blog, escribió el texto que sigue como antesala de la presentación de "Cuaderno de Boccaccio" en Alcalá de Henares, el pasado 21. No es costumbre de esta ventana hablar demasiado de quien la mantiene, pero hacemos una excepción por la literaria brillantez del texto y contando con el deseo del autor del mismo.


SEMBLANZA Y PEREGRINAJE
POÉTICO Y VITAL
DE FRANCISCO CARO

En las orillas de la Tabla de la Yedra, un niño llamado Paco Caro aprendió el ruido del agua, la magia de su música. Y la magia y el ruido de aquellas aguas se le transformaron, pasado el tiempo, en una sed oscura: la sed de la palabra, que es una sed que no se sacia nunca. Desde entonces, él sabe que el poema tiene memoria, que es la memoria escrita de la carne; sabe que “el poema es un ascua que recuerda”, una brasa muy leve pero que nunca ha dejado de arderle desde el instante en que sintió, por primera vez, su quemadura. Ya sea en la primera adolescencia o en la penúltima madurez, cuando uno decide cruzar el puente que lleva hacia la orilla del poema, se queda allí atrapado y nunca más consigue regresar.

Dicen – y él mismo lo confiesa- que la suya es una poética de la levedad, que escribe con “tiza leve”, igual que un grafitero que tuviese mucha prisa y poco tiempo para decir lo que quiere. Sin embargo, otras veces se recrea en la lentitud, y parece entregarse a la tarea de la escritura con ese mimo y con esa paciencia de quien sube a la cámara y alinea unos higos, y pone “palabras a secar para los versos”.

A Francisco Caro uno se lo encuentra a menudo por las tertulias madrileñas, pero su mirada siempre viene de un antaño molinero donde las cosas tenían aún el color puro de la harina. Va por la ciudad de café en café, de librería en librería o de taberna en taberna, pero sus pasos siempre tienen esa añoranza olivarera de un vareador de sueños.

(Sigue...)

(Ver texto completo en la la sección Páginas  apartado SEMBLANZAS)

viernes, 23 de abril de 2010

Pasos de abril: Miguel, Gómez Recas, Boccaccio

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19 / Miguel Hernández en la Biblioteca Nacional con motivo del libro de Sorel que edita Vitruvio. Lleno. Llena la sala. Rogelio Blanco elegante y claro, trazos que perfilan. Antonio Gamoneda: escribir de la pobreza v. escribir desde la pobreza, sus recuerdos de D. Luis Almarcha y los últimos días de Miguel. Sorel combativo, denunciador, tolerante. Miguel siempre al fondo, las mujeres: Maruja Mallo, María Zambrano, Josefina Manresa. ¿Cuántos libros sobre Miguel?
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20 / Laura Gómez Recas en la Tertulia de Manolo Cortijo. Poesía del tacto. Del amor y el desamor, del deseo. Sugerente la voz. El éxtasis de los ápices. El dislate del sexo. Entre el público una mujer de 96 años. 96. Abuela de Laura y espléndida.
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21 / En Alcalá de Henares. Estuvieron conmigo Nicolás del Hierro, Eusebio y Pilar, Javier y Carmen, Pedro Bru, Clari, Manolo López Azorín, Juan Padilla y Mari Carmen, Vicente Martín y Charo, Juanjo Alcolea y Mª Jesús, Ana Garrido, Isidro Sánchez. Entre ellos algunos alcalaínos con Luis de Blas. Mi gratitud a todos, bien lo saben. Estuvo Pedro A. González Moreno, autor del prólogo de “Cuaderno de Boccaccio” y de las palabras que presentaron mi persona a los presentes. Mi gratitud por el retrato, y sobre todo por su generosidad. Mi recuerdo para aquellos a quienes sus obligaciones les impidieron acompañarme como querían. Habrá ocasiones. También la lluvia quiso estar. Y la cerveza. La edición magnífica (lo podrán comprobar los amigos interesados en leer el libro).

miércoles, 21 de abril de 2010

José Luis Morales y el Pago del Vicario

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El próximo sábado, 24 de abril, tan sólo un día después del Día del libro, a las 20 horas, o sea a las 8 de la tarde, en las instalaciones hoteleras de la bodega Pago del Vicario, próximas a Ciudad Real (carretera de Picón), presentada su persona por el profesor Juan Gómez Castañeda y su obra por el escritor Manuel Juliá, el poeta José Luis Morales, manchego de nacimiento y sentimiento, aunque de residencia habitual madrileña, dará a conocer su último libro, obra que mereció el premio Miguel Hernández 2009, leerá poemas en ella incluidos, poemas que se mueven alrededor del hombre que es, que fue, del tiempo y de la casa como lugar donde se guarda el mundo, lugar a veces herrumbroso, a veces atravesado por la redención. El próximo sábado 24 se presenta en Ciudad Real “El viento entre las ruinas”.

sábado, 17 de abril de 2010

Pasos de Abril: Julio / Paco / Min

13 / Julio Santiago es un poeta que domina la escenografía a pesar de ser de Miajadas. Un aparatoso paraguas lumínico desorientó a los no demasiados espectadores y bañó el lugar de luz desconocida. Leyó su texto parisino de presentación un colorista Miguel Losada. Aseguraba que la cabeza de Julio es un caliente y azulado tornasol. Tal vez. Pero sobre todo poderoso. Leyó el extremeño, punzante y vertical, sus poemas y maldades, sus aforismos y certezas, las sabias observaciones de copa y cama. Una sonrisa pícara y cómplice lograba el contagio. Después la ternura de unos años infantiles demasiado pronto recordados. La alegría de la ropa blanca tendida al sol, el encanto del horno y la alacena. Al final prefirió la sorpresa del obsequio a la rutina del debate. Parece inteligente este poeta con verso de palabra sola. Al salir chispeaba.
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14 / Con el tricolor deseo en la solapa, leyó, porque quiso, Paco Moral en Covarrubias 3. Estuvieron Pablo Méndez, introductor, Alejandro Céspedes, Alberto Infante, Antonio Daganzo, Raúl Nieto de la Torre, José Luis Nieto, Capi, que espera su novela, Ana Ares, claro, y muchos más hasta llenar la sala de Sorel, renovado refugio vitruviano. A Paco le transpira poesía la piel. Suda lo que desea. Escribe y lee. Sus versos, como su rostro, viven en la cordialidad del hombre, viven para entender al hombre, viven para saber de lo humano. Fumó. Leyó y cantó. Vivió. Nos hizo vivir. Después hubo tiempo para beber. No mucho es verdad. Casi llovía al regreso.
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16/ Venciendo a las cenizas islandesas, llegó a media tarde desde Korea, Yong-Tae Min. A las 10 ya estaba en el Ateneo madrileño, sin rastro del disturbio de las horas. Vital, sonriente, humorístico, insinuante aún en lo erótico, expansivo y explosivo. Miguel ya estaba en la palabra cuando llegamos, en el intento de presentar al volcán coreano. Min leyó inéditos, leyó de su antología lalluviatiene11años. Su poesía camina por la franqueza de los sentimientos, por la naturaleza como espacio y modelo, por el amor como la única justificación. La charla, ya con un poquito de gente menos, siguió en la Cervecería Alemana: Rafael Soler y Lucía, Luis Sotuela, Miguel y Esperanza, Maxi Rey, Elgarresta y una bulliciosa familia coreano-madrileña hecha raíces. Al salir, la lluvia. Paquistaníes paraguas a tres euros.

martes, 13 de abril de 2010

Yong-Tae Min, poeta coreano

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Yong-Tae Min es un poeta coreano, hispanista en activo, doctor por la Complutense, profesor en Seúl, que ahora está otra vez en España. Aquí cuida y guarda numerosos amigos. Poeta siempre, escribe poemas en español y en coreano. Sencillo, sensible, suavemente irónico, a la manera cervantina, observador, elegante. Publicó en Huerga y Fierro una antología de su obra con el título de“La lluvia tiene 11 años”.

Hace un lustro acompañó al poeta español Miguel Galanes en su Corea natal durante unos días del verano, de allí surgió el poema de Miguel que ofrecemos. El próximo viernes, Miguel Galanes lo presenta en La Cacharrería del Ateneo, a las 22,30.


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La cigarra y los días

Muy próximo al templo budista Sulunsa,
en el pueblo llamado Gochang,
visito, en compañía del poeta Min Yongtae,
el enterramiento de su, maestro Soh Yongchu,
el poeta de la reencarnación y el sueño,
a quien conocí en Madrid el año mil
novecientos ochenta y cuatro.

El mármol negro y la escritura
son el soporte de un vuelo sobre el bosque de arces y camelias.
Oigo, en el incansable canto de las cigarras
del bochornoso verano de Korea del Sur,
una voz que retumba en mi alma
y, mientras me alejo lentamente, pienso
si, ya en mi tierra manchega, en otra tarde
de verano, oiré, durante la apacible y bochornosa siesta,
alguna cigarra en su canto sobre una encina,
o tal vez en el volar de un cuervo
sobre las murallas de Calatrava la Nueva,
me llegue junto a mi silencio, el espíritu
de aquellas camelias del bochornoso verano
junto al templo de Sulunsa, en estos versos de Soh Yungchu,
el maestro de mi maestro Min Yongtae:
¿Me convertiré en un pozo quieto que no va ni viene?
¿O seré mejor una flor serena?


Miguel Galanes
(De La vida por dentro)
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viernes, 9 de abril de 2010

Pasos de abril: Soler / Benito de Lucas

Jueves 8

Lo simultáneo también es bello. En libertadocho, a menos cinco, saludo a Miguel Galanes, rodeado ya, a Carmina Casala, ojos y vuelo, a Porta (Enrique dibujaba), a Rafael Soler, enhiesto y prota, a Lucía, a Jesús Hilario creí que lo de Joaquín era mañana, mis libros de Calambur ya están, como los suyos, a Maxi, cámara sin espacio, a José Luis Nieto, a Rafa González, a quienes convoco y me convocan, apremio a Jaime, sigue sin reconocerme, mi calvario, le apremio el comienzo. Ochoquince Alejandre presenta y ocurrente, sonrisas; como un ángel muy grande tocado por el alba, contenido y risueño, sentado y ágil, Rafael Soler comienza su lectura. Concisión de poeta. Tengo ya el libro, la hazversidad tercera. Me cuentan que Elvira Daudet, hazversidad segunda, se está recuperando. Lee con voz de bronce versos primeros. Ochotreinta camino hacia la huida ¿sin vergüenza?, sé que ahora vendrá la cáustica ironía, los poemas que observan. Tiene los ojos limpios.

Ando. Pasos. Pasos por Libertad, cruzo Gran Vía, ascensión de Alcalá, Ventura de la Vega ya sin coches, calle del Prado, vetustez, Ateneo. La llegada.

Una pequeña multitud en la mesa, otra en la sala. Benito de Lucas: poesías completas. Caminando al sur de esta página se encuentra la noticia. Ya dimos. Sé que lo ha leído. Habló Alejandro Sanz, introductor al acto, Pedro A. González Moreno, necesario y análisis, Abraham Madroñal, fiel y paisano, Montávez, sabiduría humilde, sustantivo, el editor, bien hecho dijo y agradecido (claro). Leyó Joaquín la historia de sus años, y su encontrada infancia de compañía y guerra, y la emoción, y la emoción, y la emoción...  dolía en su garganta. En la platea rostros generacionales, bien sabían, Nicolás del Hierro, quinto, Carlos Sahagún, silencioso y discreto, Ángel García López, árbol de innumerable fruto, Antonio Hernández, próximo Calambur para ser completado. Una generación pasando cuentas. Viva, eso sí, pero en volandas.

Ya muy tarde unas cañas, Joaquín y su familia. Françoise radiante. Las últimas palabras. Adiós. Tercera despedida. Alguien pregunta: ceroacero el atleti pasa a tientas.

miércoles, 7 de abril de 2010

Pasos de abril: Lorenzo Oliván

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Martes, 6

Por el principio: Marisa Montesinos cedió sus tiempos al presentador, el clásico Luis Antonio de Villena tiene la palabra. Dos con cinco años después de su ético waterloo valdepeñero, estuvo amable, comedido en los modos, no así con la palabra concedida. Desparramado, enredado, encerrado cruelmente en el juguete repetido de las ideas simples, en nudas obviedades vestidas de oropeles, perorata llaman a eso los manchegos ágrafos, consumió más tiempo del que la cortesía y la paciencia otorgan. No es la vez primera que anoto semejante: Blanquerna, 23 de Abril, Margarit la víctima. Después habló Lorenzo Olivan, por quien fui, por quien fuimos. Poesía que aspira a registrar la abstracción depositada en la cotidianeidad, o la intención callada del pasar necesario. Tal vez del ser. Justeza, lenguaje sobrio, elegancia en el decir, en el leer, en la expresión. Sosegada desolación y mística, carnalidad también, las envolventes cosas, juandelacruz como sendero dijo. La atracción por lo hondo, por la esencia, el riesgo de mirar para poder contarlo, lo inevitable. ¡Cuánto mejoró el atardecer! Verso vero y sereno, dedicó lecturas a Morales Barba, a Antonio Lucas. Me entretejí con el poema nato en la torre de Ainsa. Bien. Fin. Bar. A nuestras espaldas, cerca del techo, el fulgor de Messi.

Jueves 8, veremos.
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El puro discurrir

Córtate con el filo
de un verso que se impone, extiende el brazo
y deja poco a poco que mane así el poema,
sangre que llama a sangre, agua que fluye
desde siempre y que brota ahora en tu piel.

Los pájaros, los pájaros, en círculos
girando por tu frente inmemoriales.
¿No se buscan las llamas entre llamas
con anhelantes gestos de llegar
a mirar por encima de sí mismas?
¿no les basta a los vientos con moverse
para nacerse y ser?
Oh, puro discurrir ensimismado,
oh, plenitud en curso y sin razón,
que sólo en suceder cifra su sino,
y no se ve pasar y así no muere.

( De Puntos de fuga)
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