lunes, 25 de abril de 2011

Un poema: Denuncia

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Me gustaba leer
despacio a los poetas que me amaban

me hicieron tanto mal
que sin piedad, ni furia, ni esperanza,
sabedlo, los denuncio.

Abrir cualquier poema
era andar los anhelos,
su mirada inicial, el primer pacto,
la inocencia febril
de quien se sabe
un amado sin dudas
en los brazos sin dudas de la amante

me excitaban sus voces, su experiencia,
saber que mis excesos
eran sólo detalles cotidianos:
el final de una juerga,
dos cuerpos en misterio,
lo frágil de vivir enamorado.

Poco a poco avanzaba
descendía
en las tardes de siesta, sin presura,
por aquellos renglones,
epidermis
a mi tacto en minutos
siempre calmos.

Me gustaba leer despacio a los poetas.

Lentamente,
el calor y sus verbos
me ganaron
hasta el favor del solitario vicio

al público secreto
que a nadie confesaba
de masturbar palabras y veranos.

(Jaime Gil y Claudio
Rodríguez, os lo juro, fueron ellos;
yo no sabía nada de la vaina

entraron con sigilo,
con estíos y sombras
en la casa

fueron ellos, canallas, que me amaron).
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viernes, 15 de abril de 2011

De viaje, de vuelta

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El sueño de Miguel, por Palmeral
Delirium tremens público de Oscar y Guadalupe esta noche en Los Diablos de Apodaca, y yo de viaje. Escamoteado final para una semana que ha sido agitada y viajera. El sábado/ocho vi y viví el grupo poético que Jesús Aparicio mantiene en Guadalajara, en esa Biblioteca de la Plaza Dávalos, maravillosa. Miran, conocen, buscan, inquieren, escriben, sueñan, acompañan, dan. Casi dos horas de conversación sedente sobre mis dos últimos libros, otra paseada, y otras dos o más masticatorias, hicieron de mi estancia alcarreña un lugar de amistad. Un lugar de saber poético donde viven Pepe Calleja, Paulino, Loli, Antonio, Isidra, Alberto, Ana, Amparo, Carlos, Inma, Carlos Freites... Y en todo lo del sábado, revoloteadora, la chispeante avispa de Paco G. Marquina. Poeta o diablo.


Las onduladas palmeras azules rojas y blancas de paseo marítimo de Alicante arroparon, lunes/once, la visita a la que fui convocado. Mal calmoso, luz de espera. En la sala Rafael Altamira, de la Permanente de la UA, Concha Bru y Carles Cortés, según lo previsto, dijeron de mí. Luego el exordio, luego la lectura de versos de Boccaccio, de versos de Paisaje. Algo de electricidad azul, algo de complicidad creí notar, aún sin llegar al rumor de besos ni al batir de alas. Vinieron a estar con los alumnos de UP y conmigo, en su amabilidad, los manchegos Raimundo Escribano y Manolo Parra, poetas y ya también alicantinos. Vino mi paisano Ramón Fernández, párrafo cierto. La noche terminó en taberna, con un excelente, lo juro, cabernet alicantino.



Ramón Fernández  "Palmeral"
Ramón Fernández, llamado Palmeral por todos, es poeta y pintor. Pintor por dedicación y poeta por necesidad vital. Especialista en Miguel Hernández, es en realidad un agitador cultural de primera fila. Actos, tertulias, exposiciones. Está en todo y en todas. Busca y es buscado. Mira y es mirado. Filma, graba, da fe, con modestia y constancia, de cualquier aliento cultural de la ciudad costera. Tiene casi 500 entradas de video colgadas en el tube, incluida la de mi lectura. Mantiene un blog ágil. Me habló, le hablé, hablamos de todo cuanto cupo. Anoto su amabilidad. Nacimos el mismo año, en el mismo pueblo, a solo tres meses y cien metros de distancia. Porque mantiene el orgullo de haber nacido en Piedrabuena, yo proclamo el de haberle conocido.


Y Sebastián Galán, otro agitador. De las ondas, con su famoso “Poetas en el aire” de Radio Vallekas, que el próximo 27 de cumple 100 emisiones. Leyó el jueves/14deabril en la tertulia de Cortijo y Juan Pedro. Por los balcones llegaban, desde Sol, los cánticos morados  Hombre de poesía cargada de corazón, directo. De la clara palabra. De Salmoral (Salamanca). Hombre y voz entre la piedra y el barro. Su poesía y el canto porteño de Estela hicieron desaparecer la hora. EGT lo presentó. Carmina, Cristina, Hortensia, Isidro, Alejandro… hicieron conversado el final. Que el mismo Dios al que nuestras autoridades libran de procesiones ateas les guarde en estos días -de paz, de marmontaña, o de religiosidad barroca- que se avecinan.
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domingo, 10 de abril de 2011

Como una semana de abril

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José Luis Morales, Marisa y Vicente Martín  (Foto R.C. Montesinos)
MARTES. Estuvo el martes cinco José Luis sereno, dolorido y lúcido. Leía en Montesinos por vez primera después de lo suyo. Vicente Martín, el poeta de Torrejón de la Calzada, lo presentó transparente, con la enorme habilidad de las palabras justas. Por medidas y exactas. Ninguno de los dos quiso ocultar el dolor pasado. Leyó mi amigo José Luis Morales sus soleás en compañía. Tríadas de octosílabos asonantados, sentencias que dilucidan los pasos por la frontera de la vida y de la muerte, y su no perdida extrañeza. Hubo lugar para un humor que no le deja, afortunadamente. Y sitio para las nuevas ambiciones poéticas, para las aguas puras, cristalinas y antiguas y los chopos que en ellas se miraban con pasión adolescente. También para gritar con fe contra lo injusto. Lo oyentes sabían, sabíamos, que aquello era una lectura diferente. De resistencia, de conquista.

MIÉRCOLES. Con María Sanz en Alcalá de Henares, el miércoles seis. Con ella, yo. A presentar su Retablo de cenizas, premio Ciudad de Alcalá. Un poemario, el de la sevillana, del que dije y repito que es un recorrido sobre el desaliento amoroso, sobre la sosegada belleza de la melancolía, mientras la mirada de la poeta recorre los escenarios sicilianos que fueron sedes del amor vivido o presentido; envuelto todo en ese aura de misterio, de pálpito sensorial y temblor emotivo que de forma tan personalísima tiñe toda la poesía de nuestra autora. María Sanz sabe mucho, muchísmo de poesía, tanto como de amistad y de alegría conversadora.


Rafael Soler
JUEVES. Por estar en Alcalá no asistí a la presentación de Las cartas que debía, un nuevo vitruvio de Rafael Soler. Aunque el jueves siete, y desde temprano, comenzaron a llegarme las noticias. Paco Moral: es un vitruvio de lujo, solapado, papel hueso, recomendado; se lo merece. En un correo de Paco G. Marquina: otro éxito editorial y de público, auguro varias ediciones. Me llamó Emilio Porta: enumeraciones de imágenes nada caóticas, es la modernidad segmentada. Carmina Casala me advirtió: gentes de pie, en pie, lleno que asusta, hasta en las escaleras, Rafael es un poeta mediático y bueno, la cuadratura. Pepe Elgarresta: el libro es una bomba, una atalaya sarcástica e inteligente, qué envidia. Jaime Alejandre: poemario con el glamour preciso para ser leído en mi próximo vuelo transatlántico, me lo reservo. Aunque yo aún sigo esperando informaciones.
¿Dónde? (Ampliar para buscar)
Sé que, búsquenlos, María A. Ortega, Montse Morata, Ana Montojo, Rosa Jimena, Jorge Torres, José Luis Nieto Aranda, Rafael González Serrano, Alberto Infante, Manuel López Azorín, Antonio Daganzo, Manuel Cortijo Cieza, Elvira Daudet, Rafael Borge, Enrique Gracia Trinidad, Eugenio Cobo, Miguel Galanes, Eduardo Merino, Juan Ruiz de Torres, Ángela Reyes, Justo Jorge Padrón, María Fraguas, Manuel Quiroga, Ana Ares, Pepa Nieto, Antonino Nieto, José Luis Morales, José María Prieto y José Luis Fernández Hernán también asistieron a la presentación de Las Cartas... antes de partir ¿en autobús? hacia Cosmopoética, pero nada me han dicho hasta el momento.

   
Maxi Rey en Libertad 8
VIERNES. Dos ojos de vidrio y de memoria virtual anotaron la lectura de Maxi Rey. Su ingreso en la academia, Libertad8, de los hazversos. De mirar a ser mirado. De escuchar a ser escuchado. Maxi aceptó el reto y leyó un anticipo de su Escuela de mujeres. Poemas de la cercanía humana, de la mujer y sus edades, de la piedra que advierte y del hombre que espera. Toques ligeros de cotidianeidad y sorna. Pero Maxi, observado por Maria Jesús, estuvo didáctico, no quiso que perdiéramos las complejas claves manejadas. Me gustó que hiciera pública su obsesión por la memoria prerromana, precristiana, casi perdida en nuestra peninsular sociedad. Lleno en las mesas y en la barra. Repitieron muchos asistentes de los convocados por Rafael Soler, que actuó de cameraman, hartos sin duda de los fugaces escenarios cordobeses de Cosmopoética. Y de sus yeserías. Hicieron, hicimos, muy requetebién.

miércoles, 6 de abril de 2011

Dos huidas, dos encuentros extramuros

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Uno: Guadalajara

No es normal que este blog se ocupe de las actividades de su blogero. Siempre es una anomalía. Como en este caso. Pero quien esto escribe quiere declarar, por si alguien le busca, que el próximo sábado, 9 de abril, estará en Guadalajara por la mañana, a las 11 y media, en la Biblioteca de la Plaza Dávalos, con un grupo de poetas y lectores que han hecho seguimiento de Cuaderno de Boccaccio y de Paisaje (en tercera persona). Lecturas que desean comentar, y que agradece. De esta salida es responsable mi buen amigo Jesús Aparicio. 

Dos: Alicante
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También declara que el lunes 11, del mismo abril, a las 20.15, estará en la Sala Rafael Altamira, de Alicante: espacio de la Universidad Permamente de la UA. Huye de Madrid invitado por Concha Bru, la directora de dicha Universidad, y será presentado por el escritor Carles Cortés. El encuentro, pensado para mantener un diálogo con los alumnos de la Universidad Permanente, tiene también carácter abierto a cualquier persona interesada.
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lunes, 4 de abril de 2011

El Alambique de Ángel Crespo y Amador Palacios


José Corredor Matheos, Amador Palacios, Ángel Guinda, Agustín Porras y Pilar Gómez Bedate
 Las personas que aparecen en esta fotografía presentaron hace unos días en el Ateneo de Barcelona la revista “El Alambique”. El número 2, el que se destina a glosar la obra y la vida de Ángel Crespo. Número que estoy deseando que sus editores me hagan llegar. Hicimos en este blog la nota sobre la presentación del primer número, que adquirí. Estuvimos en la que se hizo en el Ateneo de Madrid de este número 2, y no pude comprarlo, estando a la venta: hubiera sido el único, los demás asistentes lo tenían como gentileza y no era de buen gusto romper tan relajado ambiente. La presentación de “El Alambique” en la ciudad final de Crespo, muy exitosa de público, precedió en pocos días a la presentación en Ciudad Real, su lugar natal, de una biografía del poeta manchego. Alcoleano, más bien.



Ángel Crespo
Amador Palacios, poeta, crítico, cronista del postismo y amigo personal de Ángel Crespo, es el coordinador del número citado de "El Alambique" y el autor de la biografía del mismo que ha editado Almud, editorial que vive gracias a la voluntad de Alfonso G. Calero y de la Junta de Comunidades. La modestia material de la edición no oculta la fortaleza del intento. Amador ha trazado una línea clara en donde vida y obra alternan su discurso con sobriedad y justeza. Sin alardes eruditos, pero con sabia información y largueza de buen gusto, los perfiles de Ángel Crespo se muestran nítidos tanto en sus etapas de formación o joven postista como en la travesía desde el realismo mágico al compromiso de la época de “Poesía de España”. Después la crisis poética, moral y cívica que lo llevó al peregrinaje, a la mixtura de las lenguas y las afamadas traducciones, a la alquimia final del fuego y sus ocupaciones. Amador deja claro el afán sagrado por la poesía, afán que ocupó al manchego desde la infancia a sus horas finales. Me ha agradado especialmente la narración comedida de las relaciones entre biógrafo y biografiado. Y sobre todo que Amador no pierde nunca de vista la fidelidad de Ángel, en y tras sus múltiples viajes, con los hombres, las noches, las jaras y los ciervos, los panes y el rocío de sus paisajes juveniles de Alcolea de Calatrava. Tan mismos y tan cerca de los míos.
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Como en el vaso

Como el agua toma la forma
del vaso, así la luz
que con tanto afán busco
pueda tomar la forma
que no sé imaginar
de mi propia mirada.

¿O tomar mi mirada
la forma de la luz?

(Poema de Ángel Crespo escrito sobre su lápida, en Calaceite.)