Vida y muerte en la frontera, ese paisaje que tanto atrae. Y que no está tan definido ni es tan definitivo como algunos suponen. Quien recuerde "No eres nadie..". o "Ácido almíbar", saben como lo camina Rafael Soler.
Notará en los
comienzos
un desplome
maxilar
frío en el costado
y el borboteo
que todo adiós
provoca
vendrá luego
signada ya de
calamar la frente
una apatía de su
lengua
la otra cara del
miedo
que dejará en la
suya
un aire a dejá vu
un nos vemos a la vuelta
por si hay vuelta
para pedir perdón
no se demore
toca ahora
descender
los peldaños que
conducen
a su nueva
residencia
paradoja
del cabalmente consumido
para ser al fin
indestructible
dicen
caldo inmortal
veremos.
Foto: Javier I. Sanchís
4 comentarios:
Bello hasta el hueso, gracias poeta
Eso parece, Emilio.
Qué buen poema! Así se alza la palabra, arañando el concepto!
Buena definición, Luis: Arañando el concepto. Gracias.
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