(Por medio de la agilidad periodística de la becaria la redacción ha tenido oprtunidad de conocer el texto de la semblanza con que fue presentarlo en RESPIRACIONES. Hela).
Hay poetas que
saben que se está llenando el vaso del poema no sólo por el sonido, sino por la
evidencia de su propia sed. Raúl Nieto de la Torre pertenece a esa estirpe, lo
tiene declarado: tinta sobre papel. Alguien capaz de que su primer libro lo
presente Luis Landero y que además se atreva a titularlo Zapatos de andar
calles vacías, es poeta que vive en la urgencia de lo errante, en la alegría
de atravesar los bosques, en el sigilo de lo que incita y espera.
Madrileño de
Cuenca, hijo del 78, respira con nosotros en esta tarde que inaugura. Y
nosotros con él. Autor de 5 libros, en el último de ellos, en Leopardo,
aporta un nuevo giro. No tanto en su manera de entender la poesía, como en la
cualidad de sus preocupaciones. Antes de él, el amor y los afanes del deseo,
las azules cenizas de la infancia o la vida poblada y no prevista ocupaban sus
paisajes creativos. Desde Leopardo añade a los anteriores las
amenazas del azar, añade un dolor que no sabe del olvido, sus dos nuevos
motores. Conoce como pocos las ateridas alamedas del lenguaje, el uso exacto
del adjetivo que conforma y salva. Lleva consigo, a plena vista, la decisión
con que une lo disperso, la valentía con la que aborda y vence la tentación de
huida que genera lo blanco del papel vacío. Es un poeta en dudas y fortalezas.
Es un poeta que se atreve a ser camino, que conversa con el riesgo.
El lector, avisado
o reciente, que decide internarse en su obra se siente abrazado lenta y
decididamente, sorprendido e inerme; llevado de la mano por unas escaleras que
nadie sabe a dónde ascienden. Porque Raúl Nieto de la Torre escribe partiendo
de la zozobra del mundo hasta el azar del aire, sin más asideros que unas
palabras nacidas de lo paradójico. Queríamos una casa de techos altos donde
los pájaros volaran, dice en su poema Recién casados. Por eso escribe de
los pozos, él que está siempre abocado al vuelo. Por eso escribe que el puño
es como un pájaro que desaparece de la mano cuando la abres. O que un
poema es la distancia más corta entre dos puntos desconocidos. Dos pequeños
apuntes de tantos como en este otoño ha publicado para salvar a Facebook de la
vulgaridad.
No en el malestar,
ahora tan nombrado, su obra encuentra cobijo en la que podríamos llamar Poéticas
de la inquietud. Sus textos, que tanto inquieren en nosotros, se alojan en
motivos inacabados, en asuntos que son posibilidades. Sombras y vientos. Todo
cuanto sucede pudo ser de otra manera. Tanto en el pasado como en los futuros. Es
además poeta de palabra propia y esplendente fraseo. Urbano, pero no urbanita,
delicado en el decir, sabedor de lo precario del oficio, confiado y a la vez
desconfiado en el ahora de los tiempos y las identidades. Quiero decir poeta en
sazón, palabra retadora, canal abierto.
En Raúl Nieto de
la Torre el tiempo no es una categoría, sino una sospecha transitiva, una luz
que jamás se detiene en los cristales. Durante el pasado verano, las buenas
gentes riojanas quisieron celebrar su Agosto clandestino con la edición
de una plaquette de su autoría. En ella reunió publicado e inédito. La tituló Una
jaula vacía cerrada por dentro. Que no es sino el lugar perfecto para
que esa paradoja, que tanto le ama, haga sus nidos. Como ocurre en este pequeño
texto que se incluye y que no nos resistimos a leer: Tu pensamiento recorre
la corteza de un árbol como una hormiga que no sabe si el árbol está de pie o
ha caído.
Digamos para terminar
que Raúl es, como su compañero en esta primera convocatoria, un poeta de lo
táctil, cuyas veladuras no llegan a privarnos de la caricia o el aprieto. Alguien
que sabe que lo más profundo del ser humano reside en la piel. Desde ella
escribe, vigila; en ella se demora. Sabemos que la piel también respira. Y que
es, sin dudas, la puerta más abierta para llegar a los adentros. Como lo es el
amor. Esa realidad en danza con el deseo, a la que ha dedicado gran parte de su
obra. Una vez dijo que los corazones no pesan. Por todo ello está aquí, en el primer
RESPIRACIONES del Comercial. Y nosotros esperando su palabra
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