Carlos Javier Morales en Madrid Librería La Fábrica Foto: MCBarri |
Carlos Javier Morales
es un poeta y profesor tinerfeño que durante muchos tiempo residió en Madrid. Es conocido
por su dedicación esencial y comprometida en el mantenimiento y dirección de la
página Poesía Digital. Dominio que se recuerda por su rigor, buen gusto y
diversidad. Aquello pasó, aunque la página siga existiendo (inactiva). Volvió a
Madrid hace unas semanas. Contó que sigue trabajando por y para la poesía, fundamentalmente
la de otros. Que él escribe con lentitud y en ello está tranquilo. Es el caso
que Renacimiento, editorial con la que colabora, ha editado en su colección Calle del aire una antología suya que titula Una
luz en el tiempo. Asegura que prefirió esta colección a la clásica de
rayas por motivos de edad y futuro. José
Cereijo se encargó de comentarla en el momento de la presentación, 13 de
febrero. Carlos Javier es dueño de un modo de hacer condicionado por la emoción,
por la sencillez amable de las formas y por su alejamiento de las metáforas abstractas.
Un poeta directo para un lector con las puertas abiertas. La poesía como
comunicación, como temblor. Autor de siete poemarios éditos –desde La
cuenta atrás hasta El paisaje total- en esta entrega incorpora
algunos poemas de nueva impresión. De entre ellos escogemos este. Que leyó.
Jueves Santo
Por las calles del pueblo,
por las calles eternas de mi pueblo,
oigo cómo me siguen los pasos de mi madre.
Allí, en el cementerio, no los oigo:
su lápida y mi oído son dos mundos diversos.
Y si miro hacia el mar, mi mar de siempre,
hoy sólo siento miedo por tanta inmensidad inaccesible.
La isla es un isla es una isla.
Camino por el pueblo como por una tumba
un instante tras otro verdecida.
Camino por el pueblo y sólo se oyen
los pasos familiares de mi madre.
No sé de dónde vienen ni hacia dónde.
Tampoco sé si vienen a abrazarme
(¡cómo recuerdo, madre, tus abrazos!)
o a reprocharme el rumbo de mi vida.
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