domingo, 2 de diciembre de 2018

Consejo de Redacción de Diciembre: Una modesta proposición



 

      Este año vuelve la comida de empresa, dijo el Jefe para comenzar el último Consejo del año. Los números comienzan a cuadrar. La publicidad, el exceso de publicidad que tanto critican ustedes, nos permite un respiro. La poesía puede, debe, tener también dimensión empresarial, de beneficio, como cualquiera otra de las Bellas Artes. Hay que insistir en ese recorrido. La que llamaba Lope “importuna infantería”, al referirse a los poetas noveles, ya saben que nuestra dedicación es un acto de provecho, dicen que luego,si eso, lo ligarán con el arte. Es preciso generar envidia entre las gentes, no lástima. En Mientras la luz hay números negros y los vamos a gastar: lo primero en cuchipanda, como buenos españoles que somos. Guardó un silencio fatuo, el que espera refrendo. No lo hubo. Ni aplausos. Por favor, productos gallegos y frescos, que no suceda lo que entonces, dijo con firmeza el redactor colmillo, y que no se nos pida llevar un villancico naftalina de nuestra cosecha, basta de provocaciones. Todas las miradas mojaron a la becaria. Ella sabía lo que faltaba por decir. Y, ella, ojos bajos, callaba. Minutos tedio. El Jefe los confundió con minutos expectación y creyó que era el momento de la segunda andanada por babor. Tenemos fondos suficientes para crear nuestra propia editorial de poesía, decidió emplear su voz más engatusadora, incluso tengo nombre… No dio tiempo a decirlo, la estampida fue tan ruidosa, tan febril y rotunda, tan de sálvese de luxe, que la puerta gimió de sobresfuerzo. Por los pasillos, y en la plena carrera por encontrar la calle, alguien siguió recordando y parodiando a Lope: Años de más editoriales y más poetas, nunca los veas. Algunos no pararon hasta Gibraltar, lugar de moda hoy y de liberales exilios decimonónicos. Otra no, otra no, repetía el eco machadiano en la Laguna Negra.

4 comentarios:

Alfredo J Ramos dijo...

«Laguna negra», buen título para una editora. 🤠

fcaro dijo...

No es malo, alfredo. Habrá que registrarlo. Pero da miedo un sello más.

Anónimo dijo...

"Que florezcan cien (¿o eran mil?) flores". Luego, ya veremos: a lo mejor conviene recordar la parábola del trigo y la cizaña.

fcaro dijo...

O de los árboles y el bosque. Magnífica la libertad de publicar, tan fácil ahora, tan barata.. Tremenda nuestra incapacidad para atender a todo y todos. Todo se agolpa, todo sepulta a todo.