sábado, 28 de marzo de 2015

Ocurrió por segunda vez: NO MADRILEÑOS


Poetas (en el centro) y colaboradores
Foto: Javier I. Sanchís


Ocurrió por segunda vez. Y alguien apuntó que en esta ocasión aparecieron gotas de magia atropellándose. Otros dijeron que se parece poco, o nada, a los actos de costumbre, que hay cierto toque. Alguien señaló que la Sala Trovador tiene un aire distinto, un algo, con sus negros solemnes, su cercanía, su buen escuchar. Paco Marquina ha escrito que nadie se sintió espectador. Y lo ha clavado. Toda la redacción de Mientras la luz se activó para celebrar por segunda vez su quinto aniversario y sus lectores y amigos presentes y futuros aprovecharon para saber que la becaria es alguien real, no un ente de ficción escrita. 

MªÁngeles Pérez López
Foto Javier I. Sánchis

Ocurrió según lo anunciado. Si el año pasado dos enormes poetas: Vicente Gallego y Federico Gallego Ripoll llenaron la sala, en esta ocasión lo han sido dos No madrileños que habitan el occidente solar, Basilio Sánchez, cacereño, y Mª Ángeles Pérez López, salmantina de profesión, cuidados con mimo hasta ese instante por Rafa Soler. Y a quienes agradecemos. Dos poetas distintos en la concreción y parejos en sus mundos sensibles, lo dijo Antonio Crespo Massieu en el coloquio final. 

Basilio Sánchez
Foto Javier I. Sánchis

La palabra de los poetas invitados fue introducida por los textos de José Luis Morales que ofrecemos ut supra. Y que hablan por ellos mismos. Luego, las lecturas, plenas de sensaciones cómplices, consiguieron la densidad de un silencio doloroso, la sensación de sentir la poesía como una garra. Hirieron extensamente en forma e intención. Los más de 80 asistentes fueron despojados así de su comodidad, de la distancia de ser espectadores. Y ya no pudieron volver a ella. Dos poetas intensos que ejercieron su condición de tales. Emocionados, emocionantes.


En tal estado se entró en el segundo territorio de la convocatoria, el de la conversación degustada, es decir en los haceres gastronómicos- libatorios, en la distancia corta. El frío patio y el cálido salón sirvieron de territorios para fumadores y no, para disminuir la tensión soportada, para alegrarse, para el proyecto, para los ánimos, para el vino de Rueda y el delicioso tinto de Socuéllamos, para pedir que todo continúe como exigía Jaime Gil en Formentor: tertulia, noche, quesos y compañía. Hubo capítulo especial para la pálida redondez de las tortillas. Porque sepan que muchos de los amigos/as de Mientras la luz aportan a un caudal que no por recrecido deja de aspirar a su consumación.
Público final durante las actuaciones
Foto Juanjo Alcolea

Ya es habitual que la reunión termine con el alma de los artistas alzada en los aires. Momento de comunión final que hace entendible todo: el prodigio de que siempre que nos encontremos estemos juntos. Quiso José Sacris ser el primero en actuar con monólogos y canciones donde el humor y el cómic rompían máscaras, traducían la nocturnidad en ida y vuelta. Deseó Ana Bella que la redacción se conmoviera con un hermosísimo regalo sin sospecha, y su interpretación lo consiguió, como lo consiguió con todos su unánime Alfonsina y el mar. Pretendió Carmen Bermejo conciliar cuerpo y voz en sugerencia para decir maravillosamente un texto suyo que hablaba de metro, deseo, vida y soledades, qué gran actriz, entregada y nuestra. Violeta y su Volver a los 17, a dos voces de voluntad, pusieron el punto final antes de los gin-tonics.   

La vida, la poesía. Gracias a todos. Os sé, os sabéis, nos sabemos.

(Imposible nombrar a todos los asistentes, poetas o no, pero creo recordar a los colaboradores: Javier I. Sanchís, Antonio M. Mansilla, Hortensia Higuero, Lucía Comba, Ana Garrido, Pedro A. González Moreno, Carmen Bermejo, Davina Pazos, Fermín. F. Belloso, Juanjo Alcolea) 

8 comentarios:

Verbo Azul dijo...

Doy fe de que todo lo referido más arriba y mucho más se vivió, se compartió, en una atmosfera que será difícil repetir. La noche se confabuló con la poesía, la tortilla con el vino, y la amistad y el bien hacer con todos los presentes. Muy alta la cuerda, Paco,va a ser difícil superarla. Un abrazo a ti, la becaria y a todos los presentes. Los ausentes, además de no estar, no hubieran cabido.
Juanjo.

fcaro dijo...

No somos en Mientras la luz amantes de adjetivos, pero sí, hubo magia. No hubieran cabido es cierto, hubo gente de pie, pero se les echó de menos, Juanjo. Es que somos tantos. Un abrazo.

Ana Garrido dijo...

Poco más se puede añadir, quizá hablar de nuevo de la magia, del calor, del milagro; quizá detenerse en las sonrisas, en la luz, en la cercanía, en el abrazo; quizá recordar lo inolvidable. Y agradecerte, Paco, agradeceros, aunque no tenga vida para pagarte tanto.

fcaro dijo...

La magia está en los que sienten alto, en los que son afán y compañía. La magia está en saludar juntos a la vida. Y en disfrutarnos en momentos así. Seguirá Mientras la luz, Ana. Volverá No Madrileños hasta completar su ciclo.

Anónimo dijo...

Ya te comenté, Paco, que uno de los aciertos del acto fue el final que suavizó la solemnidad de la poesía para dar paso a algo festivo, superdivertido y también, emocionante. No llegué a tiempo para escuchar a los no madrileños, pero los conocía y sabía que iban a estar a la altura de lo glorioso. Te agradezco que nombraras a Fermín Fdez. Belloso como asistente. con el que fui al acto, porque además de amigo grande es una persona nuy implicada en todo lo que hacemos con respecto a la poesía. Besos y enhorabuena. Cristina Cocca.

fcaro dijo...

Gracias, Cristina por tus palabras. Solamente una aclaración. Fermín es nombrado como colaborador que fue. Es imposible nombrar a todos los asistentes.

Inuk dijo...

Felicidades Paco, por la organización de este evento que debió de ser mucho más que hermoso con Basilio Sánchez y Mária Ángeles Perez, Rafael Soler … y todos los colaboradores e invitados

Paco, allá donde pasas rezumas poesía, sobre todo cariño, y eso me gusta. Me gusta mucho.

Un abrazo
Victoria

fcaro dijo...

Victoria, se notó tu falta. Siempre hubo un sitio aguardándote. No faltes el 21, trae tu poesía.
Un abrazo. Paco.