lunes, 27 de mayo de 2013

Todos los días, to... dos.

¿Es esto crisis? Puede que sí, pero saturados. Hay miles de intenciones deseando leer, leer. El jefe y la becaria se han tenido que remangar y hundirse hasta los codos. No es posible atender a tantos frentes, dice el jefe de los redactores, la semana ha sido, gota a gota, agotadora. Chicos - anuncia el mandamás- esta semana que hoy comienza será de vacaciones. Viva –se oye, con alegría primera. Huyamos todos a La Mancha -sigue el jefe. Y con resignación después. 

Ana Montojo, Julia Gallo, Juan Calderón y Maxi Rey
Fotografía de FGM
La primera en la frente para que nos libre… Así comenzaba una retahíla religiosa-infantil de los 40. Que vuelven. No lo duden. Alienación y garbanzos. Tal vez Ana Montojo y Maxi Rey hayan oído hablar de ello. Leían ambos en Telefónica. Julia Gallo y Juan Calderón en el centro de la mesa, aquellos, como buenos invitados, en los extremos, sin querer molestar. Poco público propio tiene está tertulia del grupo Tinta Viva. Una ligera ojeada descubrió que los sendentes, además de escasos, era aportaciones de  los poetas invitados. Leyó Maxi del mundo mágico de las montañas astur-leonesas, poemas que articulan la relación agónica de la atracción y el pánico entre los femenino y lo masculino. Hay originalidad. Ana Montojo respondió con publicados e inéditos que describen la tensión y el desengaño entre el hombre y la mujer, antagonistas encerrados en un mismo juguete. Fobias y filias. Noes. Síes. Encantamiento y frustración. Maxi y Ana, magia y realidad. Lunes y 20. Un poco después, en Libertad 9, los murcianos Alberto Caride y Tono Clemente llenaron la sala de carnalidad poética y precisión en el tacto de las seis cuerdas. Magnífico acople.

El martes, Almería. Quiero decir la voz, digamos que entrañable, de Aureliano Cañadas, poeta siempre Y al que la poesía siempre perdona. De él guardo el encanto lector de su Cuerpo celeste, poemario que editó Poeta de Cabra. Leyó principalmente de su nuevo libro, Diamantinamente,  premiado en Navarra. De él explicó que trata sobre el silencio de Dios y el revoloteo del diablo. Dejó clara su simpatía por el segundo y esas cosas. Pidió perdón varias, varias, varias veces por si alguien se sentía ofendido por su descreimiento. La conocida buena educación de Aureliano, que viene de pasar días difíciles. Presentado por José María Herranz, atendió después, con su cortesía habitual un animado coloquio, en donde no intervinieron los poetas José Luis Morales ni Ezequías Blanco, allí presentes. Tampoco lo hicieron Javier Díaz Gil ni Alma Pagés. Todo esto fue martes 21 en la Casa de La Mancha. Allí, Manuel Cortijo dirige esta tertulia. Más poblada.

Las mañanitas de los miércoles 22 no suelen ser demasiado usadas. Esta vez sí, y con provecho. Jorge de Arco, el responsable de Piedra del Molino, sacó pronto a las gentes de su casa para que llenasen a reventar la sala de la Real Academia de San Fernando.  Aunque parezca extraño, sí es posible desarrollar un acto de forma elegante y cordial. Sí se puede. Aquí se hizo. Homenaje al ilustrador de este número 18, Luis García-Ochoa, académico. Jóvenes a los 92 años su persona y sus trazos. Se leyeron, bien, los poemas. Pocos, escogidos. Bonet Correa presidió el acto. Se obsequió la revista, modelo de calidad: poemas inéditos, poetas jamás repetidos. Y llena, esta vez, de buenos poetas manchegos: Eugenio Arce, José Mª González, Juana Pinés, Santiago Romero de Ávila, Paco Jiméz Carretero, Alfonso Ponce, Julia Rivero… Hubo vino-tapas, obsequio de los organizadores. Muy charlador estuvo Alvaro Fierro. Daban ganas de quedarse a comer por allí cerca. Las poetas Teresa Núñez y Ana Garrido lo provocaron.   

Paco García Marquina
Foto: T. Velasco 
Este 23 y jueves fue territorio Marquina. En Libertad 8, el poeta madri-alcarreño, original y sabio, chispeante siempre, presentó su último poemario: Esto no es una pipa. Sí, sí lo de Magritte. Con él ha obtenido un nuevo reconocimiento. Y hasta el mismísimo Ansón, que sabe de poesía la pasta gansa, le ha dedicado un zigzag en El Cultural de El Mundo. El poeta Paco García Marquina llevó hasta la sala, repleta de fieles y nuevos adeptos, la sorpresa de un cofre conteniendo el frasquito del “elexir de lo prohibido poético” que ha logrado por destilación de la jalea real. Entre los poetas presentes -Jefe, ¿puedo citar a Enrique Gracia, a Rafael Soler, a Ana Montojo, a Eduardo Merino, a Aurora Auñón y a Nicolás del Hierro como mínimo?- eligió a este último, a modo de homenaje merecido, para hacerle entrega de un c.c. del mismo. Los vinos fueron tardíos. Hubo asistentes, múltiples, que aprovechan para la ceremonia de la firmación. Y retrasan, claro. Cosas del oficio cuando el artesano es bueno.

Elvira, Fernando, Evaristo, Rebeca y Alfredo Piquer
Fotografía de FB
Para eso está el abono del tendido 7 en Libertad 8, para ser ocupado. Lo nuestro nos cuesta. La 13 travesía de Odisea Poética nos encontró en el sitio. Los viernes son buenos días si ocurren en 24. Y éste lo era. Un instrumento de cuerda extrañísimo usó de manera delicada, Iván Moreno, venido desde el País Vasco para interpretar música prebarroca. Los remeros jóvenes fueron Rebeca Álvarez Casal, promesa de poesía carnal y vocativa, y Fernando López-Guisado, que vuelve desde su prosa a un mundo poético más amable y que leyó con densa pasión. Igual que rema en Rivas. Contramaestre experimentado fue Evaristo Cadenas, poeta de enorme voluntad, cuyos textos rezuman honradez y acierto.  Tres poemas leyó Elvira Daudet desde el puente, tres para señalar el exacto norte, para avisar de la deriva. No más hizo falta para que alumbraran los luces del puerto. Carmina Casala, Davina Pazos y Ana Galán firmaron el acta del arrivo. También lo vio todo Cristina Cocca, Fedatarias.  Qué diría Cavafis.  

Ana Bella  (Foto de MCBarri)
Por excepción, un sábado: el 25. Su tarde. La que Ana Bella López-Biedma precisó para darnos noticia de su poemario En clave de mí y de su disco Enclave de do-s. Precisa presentación dialogada la que hizo con Isidro Sánchez Brun. Leyó y cantó como suele hacerlo, combinando drama y suavidad . Es su momento. Cada vez más reclamada. Es una poeta clara que sabe estar con los poetas. El encuentro sucedió en una librería necesaria y nueva: Cervantes y compañía, se llama. Saben que ser librero ahora es una actividad de riesgo. Llevan poco tiempo funcionando y tiene un espacio, pequeño y de calor, para ser usado. En Manuela Malasaña 25. Vayan. Tienen la poesía muy cerquita de la puerta (y de la caja). Y son amables. Valentín Martín, salmantino, poeta y periodista opina lo mismo 

Llega la feria, nosotros nos vamos.

12 comentarios:

La Solateras dijo...

Agotada estoy de seguir tu periplo, infatigable amigo. Gracias por lo que me toca. Besos mil.

fcaro dijo...

Imagínate el patio. Ana. El jefe debe tomar alguna decisión. Un beso

Ana Garrido dijo...

Doy fe de casi todo. De lo demás, gracias por la crónica. Y por la sonrisa.

Felices vacas.

Un abrazo, Poeta.

omar enletrasarte dijo...

muy productivo, eso me gusta
saludos

Ana Galán dijo...

¿Por qué será que este blog le hace a una revivir su viaje de la semana? Es verdad que una se para en casi todas las estaciones de este metro. Pero viene bien leer aquí cual es la pérdida de no cogerlo algunos días en que una se enreda en otros, también poéticos.

La calavera de Skeletor dijo...

Como siempre, Paco, muchas gracias... Siento no haberme podido despedir de ti con propiedad, pero por lo menos compartimos unos bueno preliminares. Eres un campeón. :D

fcaro dijo...

Ay, Ana Garrido, báculo en la semana. Tu fe me salva.

fcaro dijo...

No sé si productivo, Omar, pero...

fcaro dijo...

Ana Galán, el metro para en demasiadas estaciones, es imposible bajarse en todas.

fcaro dijo...

Stalker, ¿despedirse? ¿quién se despide?

carmen jiménez dijo...

¡Quién tuviera el don de la omnipresencia!!

Ana Bella dijo...

Gracias por la parte que me toca, emocionada y feliz de poder contar contigo... desde luego eres infatigable... o lo pareces

Un abrazo enorme