Estaré hasta que llueva
DIONISIO ROBLES
DIONISIO ROBLES
Que brote una semilla de algodón
en mitad de olvidadas montañas de neumáticos,
que festeje mi cuerpo cumplir setenta y dos
mientras yo espero turno, que recluyan
en un piso de Ibiza a eclesiásticos fofos,
que sobadas luciérnagas no vuelvan
a alumbrar ningún verso,
que El Corte Inglés bienaventure
que El Corte Inglés bienaventure
con tarjetas de crédito a los tercos de
espíritu,
que los premios se amañen limpiamente
por fidedignos maños de Aragón,
que los inviernos sean
duros sólo de oído, que Yahvé llame y lleve
al averno al que ceba esta nueva Babel
de ávidos móviles, que rueden en Legazpi, por favor,
de ávidos móviles, que rueden en Legazpi, por favor,
películas de
chonis y romanos,
que la melancolía cueste un euro coma quince,
por ejemplo (o sea la mitad de lo que vale
por ejemplo (o sea la mitad de lo que vale
enviar por Correos cualquier libro),
que atornillen sin prisa y con cuidado
a Carmena el tobillo, y que los sindicatos de poetas
a Carmena el tobillo, y que los sindicatos de poetas
breguen por
unos
salarios donde nadie
confunda el fin de mes con la metáfora.
salarios donde nadie
confunda el fin de mes con la metáfora.
Ojalá y que se cumplan, total o parte, mis deseos
mientras huyo de aquí, del Madrid que se aturde,
con mi automóvil diésel desahuciado
a los semidesiertos de Almería, que me esperan
ciertas gentes que escriben y no editan, rojeros fósiles,
para recolectar -antes que llueva-
pequeños ocios,
hundidos sueños,
alcaparras.
pequeños ocios,
hundidos sueños,
alcaparras.
7 comentarios:
Heureux qui comme Ulisse...
esto es más sosegado, Miguel Ángel, no creo que queden Circes en nuestra costa.
Querido poeta, todo viaje culmina en el regreso. Así que partir es un abrazo para cuando vuelvas. Feliz norte.
Creo que volveremos por el este. Nos desplazaremos, José Luis. El abrazo.
Felicidades por el poema. Aunque no te conozco personalmente, siento admiración por tu labor. Recibe mi cordial saludo.
Gracias, Julián. Manuel Laespada me habló de ti, que cocindisteis en Peñaranda. Gracias por tus palabras. Uno escribe y... siempre espera que haya alguien al otro lado.
Feliz travesía, Paco. Echaré de menos tus (vuestras) crónicas. Pero seguro que surgirán otras aventuras. Seguimos en contacto,
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