Si
hay un poeta fiel a su hacer, insistente en su mirada, tan inquisitiva como
misericordiosa, y con su capacidad de sorpresa intacta, es Jesús Aparicio.
Volcado en sí -apenas reduce sus relaciones públicas poéticas al sosegado mantener de la
tertulia sabatina en la Biblioteca de Guadalajara- reserva todo su esfuerzo
para trazar con la mayor limpieza posible cuanto necesita contar. Los poetas
sin ruido mediático no son menos poetas. No se olvide. Es la obra la que debe
sonar. Preocupado siempre por lo minúsculo, por los mensajes ocultos que las
cosas guardan, por los aconteceres de las hojas y el vuelo de los colores, los
poemas de La sombra del zapato se estructuran en dos capítulos que son
dos libros, dos propuestas estéticas diferentes. Por ambas se extiende, con
aroma franciscano, la búsqueda de la verdad posible, la que concilia, la que
vive a nuestra altura. También dos interrogantes: el del hecho poético y el de
nuestro caminar hacia la cumbre para aprehenderlo; sobre todo en la segunda estancia, en la
titulada Los secretos del polen. Se halla esta compuesta por 25 poemas
sujetados a doce versos, contenidos en su forma, serenamente vigorosos,
tercamente frutales. Si en el poema XIV nos advierte de cómo la mínima raíz del
liquen es capaz de deshacer la roca, así advertimos nosotros que procede su decir poético, lo que semeja leve discurrir esconde una tremenda potencia, tanto de
observación como de imperativo moral para la conciencia del poeta. Con la salvedad de nunca quiere hacer Jesús Aparicio valor universal de sus
reflexiones, hasta ahí llega su elegancia. De la primera parte, 66 poemas, en
la que su mirada unitiva ahonda en su voluntad mística de lazo y aprendizaje con Dios y con la
Naturaleza, extraemos los poemas que se ofrecen.
PUZZLE
Recompón
los fragmentos
en
un vaso de agua,
los
pedazos de un río
en
donde nos se baña
ni
el niño que recuerdas
ni
el viejo que te aguarda.
Bébete
los fragmentos
del
hombre que hoy te llama.
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EL ÚLTIMO VUELO
Una ventana abierta hacia la muerte
y el imán de la tierra que te engaña
con el miedo a ser libre.
Del asfalto unas alas transparentes
te desclavan y llevan a ese viaje
del que solo se vuelve
transfigurado en lluvia de mañana.
2 comentarios:
Conozco muy poco (mea culpa) la poesía de Aparicio. Hago propósito de enmienda.
La antología Huellas de gorrión es una puerta perfecta para ello.
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