Aunque sabe que la infidelidad siempre acecha -es tigre hambriento-, este blog que visitas, amigo lector, fiel a su aventura, celebrará el próximo miércoles 27 de abril, y por tercera vez, su quinto aniversario. Como es habitual, comenzará con lecturas de dos poetas poco habituales en los foros de Madrid y a las que, por ello, hemos bautizado con el lema No Madrileños. Si en 2014 vinieron desde Levante para estar con nosotros Vicente Gallego y Federico Gallego Ripoll y en 2015 acudieron desde Poniente, Basilio Sánchez y Mª Ángeles Pérez López, en este 2016 y desde el Mediodía vendrán Joaquín P. Azaústre e Isabel Bono.
Serán presentados por el poeta José Luis Morales.
Con la expresión de nuestro agradecimiento, adelantamos noticia de nuestros invitados.
Isabel Bono |
Isabel Bono
“Mis poemas -suele decir Isabel Bono-, son todos fragmentos de un poema-nave-nodriza que llevo sobre mi cabeza y mi misión es ir sacando fragmentos a poquitos”. Y esos fragmentos hablan de todo, naturalmente, del olvido y de la noche, de la ventana y del miedo, de su padre y de los niños que aún no conoce, de un paseo sin él o de una mujer sin maletas. Son y proceden del deslumbramiento de la cotidianidad
“Mis poemas -suele decir Isabel Bono-, son todos fragmentos de un poema-nave-nodriza que llevo sobre mi cabeza y mi misión es ir sacando fragmentos a poquitos”. Y esos fragmentos hablan de todo, naturalmente, del olvido y de la noche, de la ventana y del miedo, de su padre y de los niños que aún no conoce, de un paseo sin él o de una mujer sin maletas. Son y proceden del deslumbramiento de la cotidianidad
cuando él me mira
todo pasa
la falsa fiebre
los falsos desmayos
las falsas despedidas
Ah, el amor, es verdad. La poesía de Isabel Bono da vueltas y vueltas en torno a un amor siglo XXI, un amor entre iguales, sin complejos ni sumisiones, sin cadenas ni alas de cera; un amor entre un hombre ─o varios– y una mujer ─¿la misma siempre?─ que suele llamarse bk.
Joaquín P. Azaústre |
Joaquín P. Azaústre
Podría no parecerlo a veces, pero la poesía de Joaquín Pérez
Azaústre es sobre todo un intento de entender el yo como resultado del complejo
universo de emociones, percepciones, sensaciones, alegrías y frustraciones de
una persona que crece en y con su tiempo, en y con sus conciudadanos, en y con
su conciencia. De ahí el abigarrado mundo simbólico de sus libros: realismo
hímnico, irracionalismo de las vanguardias, culturalismo. La síntesis, al menos
momentánea, de estas estéticas antitéticas, se da en Las Ollerías, en cuyos
versos podemos encontrar una poética convincente:
La poesía no debe ser
confesional,
porque todos tenemos
una historia:
quizá, al menos, no
deba ser confesional
únicamente: hay que
darle el barniz
de la escritura,
travestirla en lenguaje.
La poesía ha de ser
honesta, la poesía es un artificio,
la poesía ha de ser
mentira en su verdad objetiva.
La poesía es para Joaquín
palabra en el tiempo y para el tiempo, palabra en el espacio y para el espacio, palabra en la vida y para la
vida, un oficio ético vestido de artificio estético que tiene el yo como origen
y el tú, el vosotros, el todos nuestros conciudadanos como destino.
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No Madrileños / 27 de abril / 19 : 45 / Sala Trovador
5 comentarios:
gRaNd3s!
Querido Paco. Gracias por esta cita anual que es el verdadero día de la poesía y de la amistad. Un abrazo para los dos (ella y tú). Eduardo
Hasta mañana!
Nos vemos mañana, Isabel.
Paco, Eduardo, nos vemos mañana.
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