Será porque hoy también
llueve de forma
neciamente mezquina
llueve de forma
neciamente mezquina
o porque los lagartos
perdieron la sonrisa y ya no intentan
renegar, amagarse,
o porque los azules tristes
sueñan la confusión donde se mezclan
por lo que amo
lo inútil desesperadamente.
Causa que fue de mi expulsión de Atenas.
Vago sin ambición
por las ruinas del hambre, y pasan ya de 25
los días que me arrastro
los días que me arrastro
por cielos sin azar ni certidumbre
vago,
busco en desiertos, en palmiras,
mas no logro
reconocer el ara de la luz, el hogar de su Mientras.
3 comentarios:
Ah, la Luz...
y su Mientras, Miguel Ángel
Magnífico.
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