Foto: Miguel A García |
La becaria sonríe. El jefe ha prometido no sofocarla con
aviesos jeroglíficos sobre las parvedades poéticas y sus menudencias. El jefe
lee demasiados libros de caballería lírica y pierde el seso. Y se pierde. Ahora
está todo el ambiente más sosegado. Escribimos esto porque la centralita de Mientras
la luz se ha bloqueado durante días con llamadas en defensa de la becaria tras la noticia de los lloros que publicamos hace unas jornadas. La becaria tiene su aquel. Por eso, ante los excesos pseudocríticos del jefe (al que no se le conoce un solo verso
potable), se pasea por la redacción con un epigrama de Juan José Tablada, el mexicano de los haikus, ya saben, que viene
a decir algo así
Crítico de Bogotá:
¿qué sabe la rana de un pozo
del cielo y del mar?
¿qué sabe la rana de un pozo
del cielo y del mar?
Y tan campante. Está pensando incluso en personarse en la mujerada poética de este sábado próximo en Función Lenguaje. Lanzada.
2 comentarios:
La «mujerada»
música de los versos
puñal de luz
;-)
Cómo entiendes, Mayusta. En un haiku lo dices todo.
Ponte bueno.
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