lunes, 28 de noviembre de 2022

Duermevelas 2/X

         





     Todo buen poeta es un saber indeciso, un saber levantado al hilo de los pedazos que logre reunir de cuantos Hermes aventó. Todo buen poema debe estar al borde de no entenderse. Por eso, por ser hijos de lo inestable, de las aristas y los acantilados, los poetas consiguieron de los dioses que rechazasen el ruego de Aristóteles, aquel que pedía que las palabras significasen siempre lo mismo en cualquier lugar, modo y tiempo. Hubiera representado el fin de su oficio. Hubiera abierto las puertas de la muerte a la canción, a la sugerencia. Sabemos que la poesía nació del canto, con el canto, para el canto colectivo (hubo muchos Homeros, no uno solo), pero también para la trasgresión del lenguaje, para la metamorfosis, para proporcionar nuevos caminos a los significados, a lo no definible.


(Ilustración: Magali Pezzolano)

4 comentarios:

Pedro Torres dijo...

Es difícil decirlo mejor. Sin embargo, por lo que parece, no todos los "poetas" lo entienden así; de modo que leemos muchos poemas meramente denotativos, áridos o banales como listas de la compra.

fcaro dijo...

Un poema, en mi opinión, debe evitar las obviedades, aunque quieran aparecer disimuladas. No es posible que cada poema invente el mundo, lo sé, pero...

miguel ángel dijo...

El poeta, como el pintor, tiene muy diversas maneras de expresarse: Velazquez, Goya, Dali, Picasso, Kandinsky, Klee, Munch... Jorge Manrique, Quevedo, Machado, Valente Haro, Rimbaud, ...Por eso La claridad, junto a la calidad, no tiene por qué ser sinónimo de banalidad u obviedad... como tampoco el peculiar uso de los pinceles o el lenguaje. Ni la lícita complejidad refugio de su falta.

fcaro dijo...

La claridad es la cortesía del artista, del creador, Miguel Ángel, pero no es obligada. El bronce se oscurece por ser bronce, pero lo sigue siendo. Que un poema esté al borde de no entenderse no significa que sea hermético ni críptico en su lenguaje, sino que sus significados pueden ir más allá de una primera y apresurada lectura, el poeta que lo es suele dotar al poema de cierta trascendencia, de un decir más allá, de algo que inaugura. (A veces pienso esto que ahora escribo). Mi abrazo.