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Rafael Borge |
Otra semana agitada. Poesía correcaminera. Madrid arde que dirían algunos. Alejandre está en Nueva York, ciudad que odia, pero su Libertad8 continúa. Rafa Soler fue su lector vicario. Menos gente el martes8 para tan sugerente poeta. Rafael Borge convocaba, Rafael Borge es según Elvira Daudet, “un incendiario vestido de primera comunión”; y un resistente con sentido del humor, añado yo. Puso al público, incluida Carmina Casala, de pie al final de su lectura. Irreverente, barroco y cáustico, se desvirgó como édito con la plaquette, 3 euros, que suele publicarse para la ocasión. Pero lo que me emocionó de veras fue el gesto de Emilio Porta, poeta también, leganitos y publicista, ofreciéndome -y yo, desacostumbrado, aceptando- una de las croquetas que había solicitado para acompañar su té. Jamás olvidaré tal gesto de hermandad. Cosas de Libertad8. ¿JV? No (fue posible la ubicuidad).
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Portada de Trece Trenes nº8 |
Seguidamente, peripatética huida a Los Diablos Azules, en donde Antolín y María me esperaban. Un señor enorme, de nudo negro en nuca, anotaba deslabazadamente nombres en un folio roto, casi blanco. Era el preludio de la jam sesions más de moda. Miles de poetas aguardaban turno para leer(me) tres poemas. Tres chicas –Laura, Esther y Lara, las T
rece Trenes- enseñaban sus versos y animaban a comprar la revista, 2 euros, del mismo nombre dedicada al postista
Carriedo. Cervezas con Antolín, pocas, muchas menos que las de
Carlos Salem, el de la nuca. Hago piedad de nominal relación: treintañeros y no tanto, ironías al hilo, versos informes, deformes, guiños, habituales, nuevos, extraparlamentarios, cuellos blancos, urbanófilos y mendicantes, ociosos varios.
Batania en Roma. Más ellos que ellas. Primera jam en red para el mundo. Dos espectadores en Uruguay, dijeron. Recuerdo la voz de
Santi Tena, de
Juana Vázquez, de
Ricardo, entre cientos de caras. Leyó
María González, leyó
Antolín Amador, los amigos con quien bebía. 00.30. Nueva huida. La nocturna garganta de pañuelo nocturno seguía convocando. ¿JV? Obvio.
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Carlos Salem |
En Retiro manda
Pepa Nieto. El jueves10 se las tuvo tiesas con la cuenta, y quienes la portaban, de la arrocería donde una veintena de asimilados líricos habíamos bebido y tragado, y hablado del Atlético, tras escuchar a
Ángel Guinda en la Biblioteca. ¡Vaya febrero el del maño, me agotará! Esplendorosa y sola, de negro ritual,
Ana Garrido; de negro también,
Isabel Miguel; rosita,
Cristina Cocca, empeñada por conocer a Angelito, lo que logró. Ángel leyó como siempre, bien. Y vendió.
Antonio Daganzo con proyectos que ilusionan. Me dijo que estará, para leer, el 1 de marzo en Montesinos. Lo diremos en Agenda. Estaremos. ¿JV? En bocas.
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Basilio Sánchez en La Marabunta |
La Marabunta de Lavapiés, librería y bar, a tope de gente nueva, guapa. Y de
Julio Mas,
Alejandro Céspedes,
Pureza Canelo,
JCMestre,
Guadalupe Grande,
Lostalé (que yo conociera). También
Verboazules, que me incluían, y expectación.
Basilio Sánchez, cacereño y médico, presentaba
Los bosques de la mirada, poesía reunida que editó
Calambur, 25 euros, con ayuda de la Junta. Dijo que está cada vez más en su intención que el poema de la idea no sea entorpecido por el poema de la palabra; que busca con afán la transparencia (no recuerdo si dijo línea clara) en su decir; que concibe su hacer poético no como verso, no como poema, no como libro, sino como obra; que escribe porque no hay motivo para no hacerlo, desde la humildad, buscando compañía. Después leyó en continuo. Es cierto lo de la obra en marcha, ¿de qué me suena esto? Me fue imposible establecer distancias temporales en sus poemas. Siempre la luz inquisitiva, las sombras caminantes, la vida diluida en el ensueño, las táctiles sugerencias, el ensueño por mirada, la cercanía de las horas, el murmullo de los bosques humanos, lo feliz como aspiración: todoycada lo que en su verbo habita. Tan sólo en los últimos noté distinto la anunciada preocupación por la palabra. Por la imposible satisfacción tras ella. ¿JV? No. Fin de JV.
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Juanjo Alcolea ha seleccionado este poema de Basilio Sánchez. Pertenece al poemario "Entre una sombra y otra"
Sin llegar nunca a nada
Sentarnos junto al agua
como todas las tardes,
hacernos a la idea de que el silencio
con el que nos recibe fue anterior a nosotros.
Buscar en las canciones interrumpidas de los pájaros
su lado humano.
Mirarte ahora despacio, con ternura,
saber que estoy viviendo mis mejores recuerdos.
Continuar así, en movimiento siempre
sin llegar nunca a nada,
como el que sube y baja por la misma escalera.
Sentir, al fin y al cabo, que todo el universo
se reduce a estas cosas,
a todos estos seres con los que soy feliz.
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Sí que está agitado de versos y poetas Madrid. Y sé de algún acto más que también se produjo.
ResponderEliminarSi la poesía bulle quizá aún no esté todo perdido.
Claro que sí, amigo Amando. Madrid bulle. Lo que pasa es que solamente escribo de lo que veo, que ya es mucho. La poesía aguanta. Aguanta libre e indocumentada.
ResponderEliminarHa sido un febrero activo, en efecto. Basilio Sánchez es uno de mis poetas preferidos, me atrae la plasticidad de sus poemas y la forma secuencial en que desarrolla las imágenes de sus versos. Es un poeta que jamás cae en imágenes surrealistas y ésta es una de las cosas que más me han llamado de él la atención. Me gustó escuchar y leer a Ángel Guinda, es un poeta que mira a los dos lados de la condición existencial. Y según pude comprobar, lo hace siempre, incluso en la vida cotidiana. Es su razón de ser. Ahora lo leo y disfruto. Gracias, Paco, por hablar de ellos y por haber estado ahí.
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